Mi corazón herido por la llama
Se retira humillado a su aposento,
Mientras la furia ráfaga reclama
Mordiendo la ventana un fuerte viento.
Quiere avivar rescoldos y me llama
Con un dulce silbido de lamento
Que es un ardid falaz, es una trama
Para hundirme en la sima del tormento.
Mas yo que me sustancio de ignorancia
En mi mundo de ensueños, ya sin juego,
Rechazo dulce miel que viene de ella.
No cedo a su vertiente tolerancia:
Yo sé que el fuego quema y no me entrego
¡Pero es tan delicadamente bella....!
Rafael