Ignacio Mincholed escribió:...
Crece rudo el tedio como la hiedra
ahogando la fortaleza, a la espera.
Sí, no es lo conveniente. Pensemos.
El tiempo de la negación ha cedido,
es el tiempo de la demora, tortura
lenta sin respuesta. El poder crece
alimentándose de ansiedades multiplicadas, forraje de la aspereza.
Sí o no.
Más tarde lo veremos. Manténgase a la espera. Usted nos importa.
Sí o no.
Manténgase a la espera. Tenemos que verlo. Acceda a nuestra web.
Las causas se agostan al sol crudo,
se fríen o se congelan, se mueren.
Frente a lo impronunciable queda
distanciarse del muro o demolerlo.
Sí o no.
Por favor, manténgase a la espera. Las últimas estadísticas muestran
que la paciencia disminuye según aumenta entre soles lo improbable.
Sí o no.
Por favor, manténgase a la espera. Las últimas estadísticas muestran
que los humanos nacen y mueren.
...
Es un poema que puede interpretarse de muchas formas. Pienso que ese si y no es muy estricto, entre el nacer y el morir, hay muchos quizás que solo se resuelven con el tiempo. No todo es negro y blanco, las areas grises ocupan un gran espacio en cualquier definición que creamos tener. La paciencia, por otro lado, es indispensable, pero cuando la perdemos sea por hastío, o por falta de fe, es sin duda una depresión muy grande. Pero como dije al principio de mi comentario, tu bello e interesante poema puede interpretarse de muchas formas, una palabra clave al final es "estadísticas", y eso me hace leer el poema con un tono de sarcasmo. Sabemos que las estadísticas no reflejan jamás la compleja subjetividad de una vida. Un abrazo, Ignacio. ERA