Contenedores de la sombra

[Armilo Brotón]

De tu gran sensibilidad sale un poema que refleja una tragedia social bastante común.
Me ha gustado la visión positiva que dejas, puesta abierta a la esperanza del poder del hombre.
Quiero destacar el ritmo exquisito que imprimes a los versos.
Un gusto leerlo.
Un abrazo

[Ana Muela Sopeña]

Gracias, José Manuel:

La vida siempre es extraña...

Un abrazo fuerte
Ana

[Ana Muela Sopeña]

Gracias, Rafael, me alegra que el poema te haya gustado.

Un abrazo
Ana

[Ana Muela Sopeña]

Gracias, Guillermo, es siempre una alegría verte por aquí...

Un beso
Ana

[Ana Muela Sopeña]

Bruno, te agradezco tus palabras sobre este poema.

Besos
Ana

[Rafel Calle]

Hermoso y evocador trabajo de Ana.

[Ana Muela Sopeña]

Gracias, Armilo, por venir y dejar tu huella.

Un beso grande
Ana

[Ana García]

¡Cómo me gustan los poemas urbanos!
Te agradezco el rescate de este poema, Ana. Poder disfrutar de unos versos por los que el tiempo no deja huellas.
Un abrazo.

[Marisa Peral]

2016
Hoy estoy encontrado joyas que se me quedaron en el camino, agradezco el rescate de este cuadro pintado en blanco y negro, qué tan bien manejas, Ana.
La realidad y la teatralidad de más personas de las que imaginamos.
Felicidades, muchas, Ana.

Un beso.

[Ana Muela Sopeña]

Gracias, Rafel, por subir el poema:

Un abrazo
Ana

[Ana Muela Sopeña]

Agradecida por tus palabras, Ana:

Besos a montones
Ana

[Raul Muñoz]

En cierta manera, la vida urbana, tan anónima y tentadora, como una infinita dosis de olvido, a todos nos lleva por la misma huida del compromiso con la vida, el amor, nuestros semejantes. Visto así, todos nos podemos sentir identificados en ese gris con espectaculares letreros que animan al suicidio. Pero, ese hombre tan especial, víctima ya en el pozo más profundo de la adicción, ese hombre es quien nos salva a todos; ese hombre vio a la luna, en toda su extensión, derribando toda la existencia, destruyendo todo el fuego de la creación, fue el único, el singular agujero negro por donde escapó para siempre de la creación y la destrucción, y fue presente de infancia eterna en el paraíso. La adicción es el camino para la liberación, aunque, como todo camino verdadero, es muy estrecho, difícil y peligroso. Gracias a ese hombre que tú has creado, Ana, porque tu corazón es inconmensurable, de una belleza eterna. Muchas gracias por compartir tanto talento poético y sensibilidad humana.

Un fuerte abrazo.