Desde las nubes

[L.Ariza]

El hombre del tiempo ha dicho que las nubes se quedarán durante al menos un par de días más y nunca sabrá ese buen hombre cuánto me he alegrado de escucharle pronosticar semejante parte meteorológico. El martes amaneció con todo el cielo cubierto, creo que prefirió ocultarse de mi, no me gusta verlo azul cuando en mis ojos se augura lluvia y las nubes del levante son muy consideradas conmigo, saben cuando acudir en mi auxilio, quizá por eso algún día escriba algo sobre ellas, un poema, una prosa, un cuento o quien sabe, una novela.

Sabes que hace un par de meses adopté una nube, pasé tantas horas hablándole de ti que ya te conoce, le caes bien. Le gusta dormir mecida entre mis brazos, hoy abrió los ojos y me miró con cara curiosa y me preguntó por ti y el por qué de mis lágrimas cuando nos quedábamos a solas, le expliqué que no es la soledad lo que me estremece sino la ausencia y que así como las nubes llueven para vaciarse yo lloro para dejar el espacio a las razones que todavía no encuentro.
Me asomo a la ventana y veo a una niña correr por la calle bajo la lluvia, con pelo mojado y un paraguas en la mano al que da uso de bastón, cuando llegue a su casa le espera una buena regañina, lo se por experiencia, las madres y las humedades están en continua discordia. Que grande es el mundo a sus pies y que pequeño se nos quedaba a nosotros para llenarlo de sueños e ilusiones.

Ahora no estás y no encuentro el momento de comenzar a poner las cosas en orden, tengo desparramados por el suelo unos versos que me dedicaste, la promesa de de una noche junto a ti, varios te amo que me supieron a verdad y se me clavaron en el alma. Mis te quiero con los tuyos parecen no entenderse sin embargo se necesitan, carecen de sentido lejos de ti así como mis sonrisas que hicieron las maletas la noche que me olvidaste, con la extraña excusa de cuidar tus ojos tristes, una promesa es una promesa; y así la gravedad ganó el pulso a mi boca, ahora mis labios se arquean hacia abajo intentando acariciar el suelo donde agonizan mis sueños.

Te escribo desde las nubes, en esta noche en la que la luna no quiere brillar no encuentra motivos ni corazones ilusionados que iluminar y ahora volveré a abrir mi ventana y esperaré que vengas y que me digas que todavía me amas, que quieres cuidar de mis sonrisas, que vas a velar por el brillo de mis ojos, que te gusta su reflejo, que dejarás que te ame lo que me queda de vida y que nunca me alejarás de ti porque al fin comprendiste que sin ti solo soy una nube más que solo sabe llorar.

[Blanca Sandino]

Muy emocionante. Muy tierno. Iba a decir, un poco triste, pero no es cierto, así que me repito: muy tierno.


Blanca

El hombre del tiempo ha dicho que las nubes se quedarán durante al menos un par de días más y nunca sabrá ese buen hombre cuánto me he alegrado de escucharle pronosticar semejante parte meteorológico.
(...)
Te escribo desde las nubes, en esta noche en la que la luna no quiere brillar no encuentra motivos ni corazones ilusionados que iluminar y ahora volveré a abrir mi ventana y esperaré que vengas y que me digas que todavía me amas, que quieres cuidar de mis sonrisas, que vas a velar por el brillo de mis ojos, que te gusta su reflejo, que dejarás que te ame lo que me queda de vida y que nunca me alejarás de ti porque al fin comprendiste que sin ti solo soy una nube más que solo sabe llorar.