Emulsión Tierra (Reto Star Wars)

[Armilo Brotón]

«¿De qué bosque ha venido esta noche?
¿De qué cuevas?
¿De qué cubil de lobos?
¿De qué nido en las tumbas deslizándose
oscura como el cuervo?»
Badr Shakir as-Sayab

Dicen de mí que soy un tipo frívolo porque actúo desde lo estrictamente material y en parte es verdad, pues lo que percibo lo filtro a través de unos cristales de colores que he ido adquiriendo con los años y todo me lo bebo de un trago; lo que determina parte de mis acciones. No sé hacer otra cosa, todo lo demás, para mí, son sueños que sólo utilizo para fustigar la noche. Algo que luego os contaré al final del texto desencadenó esta reflexión: ¿por qué siempre estamos en guerra? No entiendo por qué las diferentes formas de entender el mundo, las divergencias, desencadenan luchas que no resuelven nada. ¿Dónde está la evolución de nuestra especie? Seguimos con las miserias de siempre. No nos diferenciamos de los trogloditas más que en la ropa. De nada sirvieron los siglos de pensamiento. Los niños prefirieren los juegos de guerra y los mayores también.

Sí, dicen algunos que soy un tipo frívolo, o simplón, por llamar a las cosas por su nombre; porque hay veces que no me ducho sólo por sentir el olor de mi cuerpo, ese aroma espeso que exhala después del movimiento que es vida. Escribo esto para reflexionar y, sobre todo, porque me gusta la caligrafía. Uso para ello una serie de estilográficas de mis antepasados, siento su tacto y observo cómo derraman su sangre en el papel. Es como ver al mar estrellando olas que se resuelven en espuma. Ya nadie las utiliza y mis amigos se ríen cuando manchan mis manos de tinta entre mis garabatos, sobre un papel que es difícil ya encontrar porque sólo viejos buhoneros disponen algo entre sus fortunas. Ellos no quisieron aprender a escribir, decían que era inútil. Y yo les pregunto si todo en la vida debe ser útil, ¿qué es la utilidad si no aquello que nos hace felices? Se van rápidamente a sus cosas, me dejan como loco. Me vino a la cabeza una historia que mi abuelo contó hace bastantes años cuando le pregunté por qué la tierra quedó desbaratada. Yo había leído en sus antiguos libros que era un lugar bello.

Empezó a hablarme del Génesis, de Adán que se come una manzana inducido por su pareja y entonces entra en el conocimiento de su realidad. Que más tarde su hijo Caín mató al hermano en la primera guerra metaforizada. Así nos pasa a nosotros, me dijo: nos comimos una manzana extraña que nunca se supo de dónde venía y empezaron a diferenciarse los hombres a través de sus pensamientos hasta ser otra cosa. Dos grandes imperios tomaron forma. Como la materia se trascendió, todo se despliega en un mundo mental donde las guerras son todavía más atroces y crueles pues sin el límite de lo físico, todo es posible. El Imperio de los Noamitas está dominado por la Palabra que tomó entidad propia, se erigió como fuente de conocimiento y domina el pensamiento de su tribu. Son inmediatos, una fuerza bruta incontenible, sin miedo a nada. El espacio de libertad era tan reducido que al final todo quedó en ella misma, así que empezó a concebir a los individuos. Y los Piagentinos, que dependen de una máquina que forja sus pensamientos y su actuación, no hablan, son metódicos y se comunican por telepatía. No tienen sexo ni emoción, todo es lógica. Sus acciones son contundentes, precisas y cualquier cambio de paradigma los desorienta.

Comenzó una guerra terrible en todo el universo que empezaba a separarse como el agua del aceite, en sustancias incompatibles. No quise entrar en más detalles, me interesaba más mi estado actual y el de mi gente. Le pregunté al abuelo qué pasaba con la Tierra y él me respondió que a la Tierra la obviaron, considerándola fuera de sus intereses, pues su habitantes mostraban una tendencia natural al enjambre y a la mezcla, al disfrute de la vida. En la tierra nos quedamos los que seguimos cultivando viñas para sentir el calor del vino. La tierra es una emulsión hijo, aprendimos a mezclar todas las sustancias a nuestro favor.

Ahora os confieso de dónde vinieron todas estas ideas y parte de mi sueño anterior. Ayer salía mi novia del baño y, aunque es muy pudorosa, esta vez no traía la toalla con la que normalmente se cubre para evitar mi deleite. Desde la distancia observaba sus pechos moverse con cierto convenio a la vez que divergencia. Cada uno de ellos es distinto en su conformación pero con una cadencia perfecta. Estaba excitado y me preguntaba por qué no será así la vida, si dos cosas diferentes pueden crear tal armonía y pasión, no sé por qué las ideas nos llevan a disputas. Hay mundos paralelos como los pechos, son distintos uno del otro y amo a los dos por igual. También entenderéis por qué mis amigos me dejan por loco. Dicen que soy un tipo banal. Así me enseñó mi abuelo y mi padre, terrícolas emulsionados.


A.B.

[Hallie Hernández Alfaro]

Me ha gustado mucho, Armilo; la idea de la emulsión, la terrenalidad, el ímperio belicoso, el precedente. Unes los recursos y logras expandirlos hasta concretar el final. El relato vuelve sobre la superficie del individuo, afincando sus orígenes en la simpleza ( no tan simple) del hombre que, a pesar de cualquier circunstancia, existe.

Salud y felicidad.

[Armilo Brotón]

Me ha gustado mucho, Armilo; la idea de la emulsión, la terrenalidad, el ímperio belicoso, el precedente. Unes los recursos y logras expandirlos hasta concretar el final. El relato vuelve sobre la superficie del individuo, afincando sus orígenes en la simpleza ( no tan simple) del hombre que, a pesar de cualquier circunstancia, existe.

Salud y felicidad.

Gracias Hallie por tu comentario. La idea de la emulsión era esa. Frente a las ideas excluyentes, frente a actitudes absolutistas de pensamiento creo que la vida es amable y nos permite disfrutar y amalgamar un sin fin de experiencias que nos enriquecen. Por lo menos esa es mi experiencia: simplicidad, mente abierta y la intención clara de disfrutar en donde estamos, planeta tierra.

Un cordial saludo y feliz domingo.

[Tigana Nelson]

Un reto complicado, Miguel. Tú te fuiste por un lado de las guerras en el cual se aprecia la lucha entre la palabra y el pensamiento. ¿Qué más da que fue antes? Si al final el pensamiento da lugar a la palabra y al revés. Y si amalgamos ambas cosas, pues mucho mejor.
Seguro que tu guerra estelar se produjo depués del encuentro entre Jean Piaget (psicólogo) Y Noam Chomsky (lingüistica), ese famoso debate que se produjo en castillo parisino, en el que el tema a debatir era la mente humana.
Muy buena la adaptación estelar con el comportamiento del protagonista. El amalgama todo y saca lo mejor: y el vino y el amor.
Me ha encantado como redondeas el cuento con ese final inesperado.
Creo, Miguel, que hay un buen empate y que tendremos que romper con otro estupendo reto. ¿Te atreves?
Besazo.

[Armilo Brotón]

Un reto complicado, Miguel. Tú te fuiste por un lado de las guerras en el cual se aprecia la lucha entre la palabra y el pensamiento. ¿Qué más da que fue antes? Si al final el pensamiento da lugar a la palabra y al revés. Y si amalgamos ambas cosas, pues mucho mejor.
Seguro que tu guerra estelar se produjo depués del encuentro entre Jean Piaget (psicólogo) Y Noam Chomsky (lingüistica), ese famoso debate que se produjo en castillo parisino, en el que el tema a debatir era la mente humana.
Muy buena la adaptación estelar con el comportamiento del protagonista. El amalgama todo y saca lo mejor: y el vino y el amor.
Me ha encantado como redondeas el cuento con ese final inesperado.
Creo, Miguel, que hay un buen empate y que tendremos que romper con otro estupendo reto. ¿Te atreves?
Besazo.

Mejor resumen imposible Ana. Me quedó desarrollar más el tema de los dos mundos pero ufff!! esque eso da para un libro entero y no quise ser muy pesado, quizás me quedé corto.
La idea fundamental que quería remarcar esque la virtud está en tomar lo mejor de cada cosa y disfrutar la vida, de este mundo.
¿Que si me atrevo? Pue claro que si, serás...
Besazo

[Pablo Ibáñez]

Armilo,

me ha gustado mucho el texto, amigo. Has desplegado en él una vasta cultura, muy extensa, desde la cultura vinícola a la antropología cósmica, pasando por el autoconcepto del narrador y las tetas de su novia. Me gusta la manera como mezclas esos ingredientes aparentemente inconexos en un texto que no da tregua.

A mí me gusta.
Un abrazo.

[Armilo Brotón]

Armilo,

me ha gustado mucho el texto, amigo. Has desplegado en él una vasta cultura, muy extensa, desde la cultura vinícola a la antropología cósmica, pasando por el autoconcepto del narrador y las tetas de su novia. Me gusta la manera como mezclas esos ingredientes aparentemente inconexos en un texto que no da tregua.

A mí me gusta.
Un abrazo.

Muchas gracias Pablo por tu generoso comentario. En este hermoso reto con Ana como tú indicas hay una cierta densidad de elementos y en un relato tan corto es difícil profundizar más sobre ellos, sobre todo para no ser pesado. Trasladé la guerra de los mundos a ciertas guerras intelectuales y poco fructuosas.
Un abrazo