La lluvia y su valor

[curra anguiano]

La lluvia y su valor.

Lluvia tejida de sentidos, frescor y esa bondad innata,
refresco de los vivos, amiga de las plantas, que tras sus huellas lloran sin calma.

Valor que luce tras un sol que no aparece, y es ausencia y es querido, valor que a todo vence,
menos a las lágrimas
que en las pupilas permanecen.

El sol, que hoy no distingue, que entre los números es recordado como amable compañero.

El valor verde, las trombas de verdades e insensateces, conversaciones siempre profundas,
verdades aquilatadas a su tamaño.

No hay blanco, está fundido en las entrañas de Los Ángeles y con ellos reza, porque todo es rezo.

Valor entre los círculos y sus ángeles, racimos de un único testigo, sombreados por la causa, adictos
al reencuentro.

Y hoy pilares, caminos, ríos de lucidez profunda, líquidos enjambres de los versos, estancias acompasadas por el sentir mismo de Dios y la cobertura de la naturaleza

[Administración Alaire]

Sale de la Sala de Espera.

[E. R. Aristy]

La lluvia y su valor.


Lluvia, tejida de sentidos, frescor y esa bondad innata,
refresco de los vivos, amiga de las plantas, que tras sus huellas lloran sin calma.

Valor que luce tras un sol que no aparece, y es ausencia y es querido, valor, que a todo vence, menos las lágrimas,
que en las pupilas permanecen.

El sol, que hoy no distingue, que entre los números, es recordado, como amable compañero.

El valor verde, las trombas de verdades, e insensateces, conversaciones siempre profundas,
verdades aquilatadas, a su tamaño.

No hay blanco, está fundido en las entrañas de Los Angeles y con ellos reza, porque todo es rezo.

Valor entre los círculos y sus ángeles, racimos de un único testigo, sombreados por la causa, adictos al reencuentro.

Y hoy pilares, caminos, ríos de lucidez profunda, líquidos enjambres de los versos, estancias acompasadas por el sentir mismo de Dios y la cobertura de la naturaleza.

Me imagino a alguien caminando bajo la lluvia. Tu sabes que la gente corre para no mojarse, y que otros aprovechan esa cortina para deambular en las calles. Despacioso paseo por el desierto de las prisas y urgencias que abordan los tranvías. Imagino ese rezo y ese poder llorar en un lugar publico. He visto esos círculos que se forman en los charcos que hace la lluvia, y es así como veo a tu hermoso poema. Un charco donde están los ángeles guardianes, y portadores del mensaje secreto de nuestro corazón. Es un poema que nos puede dejar con frio si no entramos en el charco, en la oración casi ingenua de las lagrimas. Un abrazo, Curra. ERA

[curra anguiano]

Era, tu si que eres un ángel

Mil besos
Curra

[Lunamar Solano]

Un sensible recorrido expone la expresión de tus versos querida amiga...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[curra anguiano]

Gracias Nancy eres un tesoro