Es más allá...

[Alejandro Costa]

En la oquedad del frío
no existen razones que te inviten a respirar,
más allá de las catacumbas inexorables del destino,
del padecer ulceroso de un discurso sin palabras,
de una inundación de seres perdidos
y una tormenta en la cima de un ocaso.

Pero…, es más allá donde se divisan puertas abiertas,
donde el sistema se abre a la vez que la aurora,
reclamando vida, exigiendo vida.
Y es que todo se impregna de la miel del cielo,
de la sabiduría de un invierno con traje de nieve,
mientras los campos, taciturnos,
esperan la venida de un sol radiante de primavera.

Ahora, deprimido por el brutal golpe de la naturaleza,
espero su amnistía para poder reverdecer mis jornadas,
espero ese horizonte que se abra hacia la vulgar felicidad,
y espero, -aún con paciencia-,
que la oscuridad hipocondríaca
tienda la mano a la brillante luz del día.

Acaso, porque la historia nos convirtió en invitados,
y con el tiempo somos reyes.

O simplemente…
…eso nos imaginamos.

[Ana Muela Sopeña]

Belleza en tus letras, Alejandro.

Ser invitados y convertirse en reyes no está nada mal...

Intensa alegoría de la pasión por la vida y el amor...

Un abrazo grande
Felicitaciones por tanta belleza
Ana

[Pilar Morte]

Siempre esperamos que el más allá abra sus puertas.
Un poema con vida. Me gustó leerte
Besos
Pilar

[José Manuel F. Febles]

Un excelente poema, ya comentado, con la firma de una gran poeta. Un cordial abrazo con mis felicitaciones.

José Manuel F. Febles, desde mi isla

[Guillermo Cumar.]

Todo un lienzo de inspiración pautada con el beneplácito de la naturaleza y el ambiente temporal que rondan las
cuatro estaciones necesarias para que el universo siga siendo universo y la poesía su acomodo.

un abrazo

[Ramón Castro Méndez]

... de una inundación de seres perdidos
y una tormenta en la cima de un ocaso.

Muy buen poema donde cada palabra irradia belleza, intensidad, poniendo el énfasis en ese discurrir de la existencia. Un placer de lectura. Mi felicitación.

Un abrazo.

[Rafael Zambrano Vargas]

Pero…, es más allá donde se divisan puertas abiertas,
donde el sistema se abre a la vez que la aurora,
reclamando vida, exigiendo vida.
Y es que todo se impregna de la miel del cielo,
de la sabiduría de un invierno con traje de nieve,
mientras los campos, taciturnos,
esperan la venida de un sol radiante de primavera.


Alejandro: Precioso poema, del que te he elegido esa estrofa que es una maravilla
sin menoscabo del resto del poema, que me ha gustado mucho leer.

Todo un lujo, Alejandro

Mi abrazo

R. Zambrano

[Ramón Carballal]

Una vez más me identifico con tu sentir y tu decir. Felicidades y un abrazo.

[E. R. Aristy]

En la oquedad del frío
no existen razones que te inviten a respirar,
más allá de las catacumbas inexorables del destino,
del padecer ulceroso de un discurso sin palabras,
de una inundación de seres perdidos
y una tormenta en la cima de un ocaso.

Pero…, es más allá donde se divisan puertas abiertas,
donde el sistema se abre a la vez que la aurora,
reclamando vida, exigiendo vida.
Y es que todo se impregna de la miel del cielo,
de la sabiduría de un invierno con traje de nieve,
mientras los campos, taciturnos,
esperan la venida de un sol radiante de primavera.

Ahora, deprimido por el brutal golpe de la naturaleza,
espero su amnistía para poder reverdecer mis jornadas,
espero ese horizonte que se abra hacia la vulgar felicidad,
y espero, -aún con paciencia-,
que la oscuridad hipocondríaca
tienda la mano a la brillante luz del día.

Acaso, porque la historia nos convirtió en invitados,
y con el tiempo somos reyes.

O simplemente…
…eso nos imaginamos.

Me gusta este poema a la depresión de la estación del invierno. Seguro que nuestro lente cambia en la primavera. Algo mejor que reyes nos ocupa aun en el crudo invierno. Un placer leerte, Alejandro.

[Mirta Elena Tessio]

En la oquedad del frío
no existen razones que te inviten a respirar,
más allá de las catacumbas inexorables del destino,
del padecer ulceroso de un discurso sin palabras,
de una inundación de seres perdidos
y una tormenta en la cima de un ocaso.

Pero…, es más allá donde se divisan puertas abiertas,
donde el sistema se abre a la vez que la aurora,
reclamando vida, exigiendo vida.
Y es que todo se impregna de la miel del cielo,
de la sabiduría de un invierno con traje de nieve,
mientras los campos, taciturnos,
esperan la venida de un sol radiante de primavera.

Ahora, deprimido por el brutal golpe de la naturaleza,
espero su amnistía para poder reverdecer mis jornadas,
espero ese horizonte que se abra hacia la vulgar felicidad,
y espero, -aún con paciencia-,
que la oscuridad hipocondríaca
tienda la mano a la brillante luz del día.

Acaso, porque la historia nos convirtió en invitados,
y con el tiempo somos reyes.

O simplemente…
…eso nos imaginamos.

Sí,,, es más allá donde divisas el horizonte y las puertas se abren
para ver las bellas imágenes que me transmiten tus bellos versos.
Gracias por darme este obsequio y ya me estoy yendo.
Ha sido un placer leerte-
Un abrazo agradecido.-

[Alejandro Costa]

Belleza en tus letras, Alejandro.

Ser invitados y convertirse en reyes no está nada mal...

Intensa alegoría de la pasión por la vida y el amor...

Un abrazo grande
Felicitaciones por tanta belleza
Ana

Eternas gracias.

Un beso.

[Alejandro Costa]

Siempre esperamos que el más allá abra sus puertas.
Un poema con vida. Me gustó leerte
Besos
Pilar

Y que nos de tiempo a que así sea.

Gracias por tu visita.

Un beso.

[Alejandro Costa]

Un excelente poema, ya comentado, con la firma de una gran poeta. Un cordial abrazo con mis felicitaciones.

José Manuel F. Febles, desde mi isla

Me alegra que pienses eso.

Gracias.

Un abrazo, poeta.

[Alejandro Costa]

Todo un lienzo de inspiración pautada con el beneplácito de la naturaleza y el ambiente temporal que rondan las
cuatro estaciones necesarias para que el universo siga siendo universo y la poesía su acomodo.

un abrazo

Gracias.

Un abrazo.

[Alejandro Costa]

... de una inundación de seres perdidos
y una tormenta en la cima de un ocaso.

Muy buen poema donde cada palabra irradia belleza, intensidad, poniendo el énfasis en ese discurrir de la existencia. Un placer de lectura. Mi felicitación.

Un abrazo.

Gracias por tu visita.

Un abrazo.