Rosas

[Josefa A. Sánchez]

Incluso con otro nombre...Poesía. Me voy cabalgando en tu unicornio.
Un abrazo (...)
Pepa

[Ignacio Mincholed]

Grandioso; repito: grandioso. Los elementos, el cuidado, la impresionante calidad del tejido poético.

Sigo en pie para la ovación sin pausa.

Un abrazo.

Así da gusto volver a la ciudad. Sonrío. Gracias Hallie.

Un abrazo.
Ignacio

[Ignacio Mincholed]

Hermoso y sólido amigo Ignacio, un lirismo evocador y rico que va entreabriéndose, pétalo a pétalo.
Enhorabuena, me ha gustado mucho.
Abrazos

Gracias por la nota y el bonito comentario.

Un abrazo, Ventura.
Ignacio

[Ignacio Mincholed]

Creo que no había leído nada tuyo antes, me ha encandilado el camino por tus hermosos sueños. Gracias.
Un abrazo

Xaime, gracias por la lectura y la nota. Un abrazo.

Ignacio

[Ignacio Mincholed]

hermoso, sin palabras... se me enchino la piel. Un placer leerte.

Me alegra tu nota. Gracias Noemí.

Un abrazo.
Ignacio

[Ignacio Mincholed]

Una excelente entrega, Ignacio. Abrazos.

Gracias Ramón. Un fuerte abrazo.

Ignacio

[Ignacio Mincholed]

Inmenso poema, frágil como las rosas y con fragancia.
Un placer de lectura.
Un abrazo, Ignacio

Gracias Carmen, me alegra tu nota.

Un abrazo.
Ignacio

[Ignacio Mincholed]

Excelentes versos los de este muy bien trabajado poema, cuidando el detalle y la riqueza expresiva de las imágenes. Un placer de lectura. Vaya mi felicitación por estos magníficos versos.

Un abrazo.

Gracias Ramón. Aprecio y te agradezco el comentario.

Un abrazo.
Ignacio

[Ignacio Mincholed]

Sangre, rosas, memoria, y las cosas imaginarias, reales como el pensamiento.

Cada poema tuyo es una apuesta nuevade creación, de evolución de la palabra por la idea misma que la nombra.

Todo un placer de lectura, amigo Ignacio.

Un fuerte abrazo.

Gracias por el comentario, J.J., lo aprecio y lo agradezco.

Un fuerte abrazo.
Ignacio

[Ignacio Mincholed]

Muy bello trabajo de Ignacio.

Gracias Rafel. Un abrazo.

Ignacio

[Ignacio Mincholed]

...

Convendrás conmigo
que las rosas, en su anhelo, son eternas.
En el parterre o sobre el piano, dibujadas
al atardecer de las luces de mayo, sólidas
al sol en la memoria heredada de los días.

Nunca vi un ruiseñor,
los reconozco en la noche cuando cantan,
compañía en los ecos de silencios propios.
No sabría explicarte como son sus plumas
o si su pico es corto, y aun así los nombro.

He visto unicornios
plateados sobre praderas pisando arroyos
con las colas de seda y su cuerno de acero.
Los recuerdo fabulosos galopando laderas
y me dicen que no existen, que no fueron.

Qué hábil la memoria
hurtando recuerdos de los otros. Conjuro,
alianza sin palabras, invocación de la vida
sin juramento. Compromiso con lo mágico
cuando se tornan bosques en acantilados.

Qué frágil es a la vez
cuando se quiebra helada esa fina lámina,
bajorrelieve grabado entre cero e infinito,
suave al tacto de los ciegos, valles y cimas.
Porciones de cristal reflejando luz y carne.

Convendrás conmigo
que las hazañas no son la biografía. Edades
sobre edades superpuestas al pensamiento,
memorias de aire, tierra, agua y sangre roja
como las rosas de nuestra fértil primavera.

...

Una comparación poética exacta, reflexiva y poética. Un equilibrio admirable entre la razón y la intuición. Un poema que se comprende y se imagina, que se hace contenido hondo en la mente lectora. Mis aplausos.

Un abrazo, amigo.
Óscar

Gracias Óscar, agradezco tu visión.

Un fuerte abrazo.
Ignacio

[Ignacio Mincholed]

Estas rosas son iguales que las otras rosas. Fe flidito y las aplaudo igual.

un abrazo

Guillermo, gracias por la nota. Un abrazo.

Ignacio

[Ignacio Mincholed]

Para mi gusto, gran poema. Versos que hablan profundo y dicente, con belleza y lirismo. Me encantó leerte
Besos
Pilar

Pilar, me alegra tu nota. Gracias.

Un abrazo.
Ignacio

[E. R. Aristy]

...

Convendrás conmigo
que las rosas, en su anhelo, son eternas.
En el parterre o sobre el piano, dibujadas
al atardecer de las luces de mayo, sólidas
al sol en la memoria heredada de los días.

Nunca vi un ruiseñor,
los reconozco en la noche cuando cantan,
compañía en los ecos de silencios propios.
No sabría explicarte como son sus plumas
o si su pico es corto, y aun así los nombro.

He visto unicornios
plateados sobre praderas pisando arroyos
con las colas de seda y su cuerno de acero.
Los recuerdo fabulosos galopando laderas
y me dicen que no existen, que no fueron.

Qué hábil la memoria
hurtando recuerdos de los otros. Conjuro,
alianza sin palabras, invocación de la vida
sin juramento. Compromiso con lo mágico
cuando se tornan bosques en acantilados.

Qué frágil es a la vez
cuando se quiebra helada esa fina lámina,
bajorrelieve grabado entre cero e infinito,
suave al tacto de los ciegos, valles y cimas.
Porciones de cristal reflejando luz y carne.

Convendrás conmigo
que las hazañas no son la biografía. Edades
sobre edades superpuestas al pensamiento,
memorias de aire, tierra, agua y sangre roja
como las rosas de nuestra fértil primavera.

...

Hermoso poema, Ignacio. Me ha maravillado verlo al través del caleidoscopio de tus imágenes. Un abrazo, ERA

[Ignacio Mincholed]

Un poema fabuloso, Ignacio:

Lirismo puro, belleza, sutileza, elegancia.

Un paseo hermoso por un paisaje fantástico.

Aplausos
Un beso
Ana

Te agradezco mucho la nota, Ana. Gracias.

Un abrazo.
Ignacio