Haikus del desencanto

[JUANPABLO]

Quise tener
el resplandor del Sol,
y él se eclipsó.
*
Quise captar
el calor del Verano,
y él se otoñó.
*
Quise soñar
con un Dios amigable,
y Él se ocultó.
*
La fuente canta
y el prado reverdece.
Yo sin tus besos.
*
Ríe la Luna.
Las tórtolas se arrullan.
Yo en el desierto.
*
Hila el gusano.
La crisálida sueña
y yo sin alas.
*
Otoño amargo
en que caen las hojas
y las lealtades.
*
Tardes de Otoño
que yo vivo soñando
la Primavera.
*
Otoño acecha
como lobo salvaje.
Yo estoy alerta.

* * *

[carmen iglesia]

Hila el gusano.
La crisálida sueña
y yo sin alas.
*
Otoño amargo
en que caen las hojas
y las lealtades.
*


Me gustaron especialmente los dos que te cito arriba.... El arte de los Haikus me encanta... adoro su concreción, me parecen mágicos...

Un abrazo grande,

Carmen

[Blanca Sandino]

"Hila el gusano.
La crisálida sueña
y yo sin alas."

Me encanta. Felicidades. Una envidia, la verdad : )

Blanca

[Rafael Teicher]

Hay dos módulos donde creo que se consuma la discontinuidad elíptica propia de la "revelación" transversal poética del haiku. Son:


Creo que en este
La fuente canta
y el prado reverdece.
Yo sin tus besos.

y

Otoño amargo
en que caen las hojas
y las lealtades.

En el primero de los casos, el golpe sucede entre la tercera y la cuarta línea. Me arriesgo: el haiku es una trampera o una claraboya, una excusa para ese intersticio. Vale decir: se escribe para provocar una oquedad, entonces: luz, realidad, destino.

En el segundo ejemplo destaco la delicada amargura, el color lila oscuro, el perfume de una preciosura sintética. Es como un masaje ligero. Como un quejido imperceptible en la penumbra.


Un saludo cordial y hasta otros trazos

Rafael

[Rafael Teicher]

Corrijo un pequeño error. Debe decir, entre la segunda y tercera línea. Perdones.


[TABLE][TR][TD][TABLE][TR][TD]
Hay dos módulos donde creo que se consuma la discontinuidad elíptica propia de la "revelación" transversal poética del haiku. Son:


La fuente canta
y el prado reverdece.
Yo sin tus besos.

y

Otoño amargo
en que caen las hojas
y las lealtades.

En el primero de los casos, el golpe sucede entre la segunda y tercera línea. Me arriesgo: el haiku es una trampera o una claraboya, una excusa para ese intersticio. Vale decir: se escribe para provocar una oquedad, entonces: luz, realidad, destino.

En el segundo ejemplo destaco la delicada amargura, el color lila oscuro, el perfume de una preciosura sintética. Es como un masaje ligero. Como un quejido imperceptible en la penumbra.


Un saludo cordial y hasta otros trazos

Rafael[/TD][/TR][/TABLE][/TD][/TR][TR][TD]
Volver arriba[/TD][TD][TABLE][TR][TD] <if> [/TD][TD] [/TD][TD][/TD][/TR][/TABLE][/TD][/TR][/TABLE]

[JUANPABLO]

Hila el gusano.
La crisálida sueña
y yo sin alas.
*
Otoño amargo
en que caen las hojas
y las lealtades.
*

Me gustaron especialmente los dos que te cito arriba.... El arte de los Haikus me encanta... adoro su concreción, me parecen mágicos...

Un abrazo grande,

Carmen

Estimada Carmen:

¡Son mágicos!

Pero es muy difícil
darles ese poder
con un solo toque de la varita.

Si se falla,
desaparece todo el encanto.

Tú eres amante
de la condensación y la brevedad;
se te tienen que dar bien, ¡anímate!

Un abrazo.

* * *

[Mario Martínez]

Hola JuanPablo

Hila el gusano.
La crisálida sueña
y yo sin alas.


Excelentes haikus, compañero, a un amigo mío le encantaría leerlos. Un abrazo.
Mario.

[JUANPABLO]

"Hila el gusano.
La crisálida sueña
y yo sin alas."

Me encanta. Felicidades. Una envidia, la verdad : )

Blanca

Nada de envidia;
pon el hilo en la aguja
para bordarlos.

Un abrazo.
* * *