La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
Marius Gabureanu escribió:
Mira, madre, hay dos rutas hacia el paraíso,
una es la de los osos polares, pura sangre y nieve
y la otra ha pasado de moda.
Me han dicho que lloras mucho
y que sigues sembrando perejil para que las piedras no se sientan tan solas,
he salido a la luz como quien vende relojes en un puerto lejano,
con cara sucia y con un ángel disecado entre los labios.
El poema es duro y hermoso a la vez, y los versos que señalo me parecen geniales. Un gran trabajo, Marius.
Un abrazo querido amigo.
Hay un éxtasis de colores en la quinta calle de la desesperación.
Varios borrachos pronuncian el nombre de la noche debajo de las farolas.
Es una liturgia de espasmos a la cual me adhiero inconscientemente.
Los cisnes del crepúsculo han enterrado sus cuellos en mi alma
y mi madre no sabe qué hacer para salvarme.
Mira, madre, hay dos rutas hacia el paraíso,
una es la de los osos polares, pura sangre y nieve
y la otra ha pasado de moda.
Me han dicho que lloras mucho
y que sigues sembrando perejil para que las piedras no se sientan tan solas,
me han dicho que todavía sabes encontrarle a la soledad unas piedras
y que sabes que las piedras son otra clase de dibujo
que solamente la ausencia puede convertir en arte.
Te pregunté aquella tarde agobiada por manzanos,
caían las flores de manzano sobre tu cabello en llamas de pobreza
y te pregunté si me dejabas ir
porque el pozo de mi infancia había invocado un gutural y nocivo duende,
una deuda de pirañas que el universo pagaba con mi carne ebria de soledad.
Ahora es incomodo pedirte perdón,
soy un alumno excelso en la universidad de los suicidios
y no me arrepiento de haberte dejado sola entre las vacas moribundas del pueblo,
entre los pueblos moribundos de ese país de inciensos
donde vivíamos felices inhalando el desespero gota a gota, inhalando grillos,
sobre todo yo a veces inhalaba demasiado grillos,
me decías(((,))) hijo vas a ensordecer si te quedas más tiempo fuera de nuestra celda,
ven que tenemos sartenes de plata y cabezas de gorrión
hervidas para la cena, ven que tu padre ha aprendido (((a))) cazar (((quitar la "a"))) los gorriones de la histeria y hay una abundancia
de cadáveres que nos esperan para lavar su rostro
y secarlo con toallas geométricas y descoloridas de la memoria.
Espera, madre, que me ha llegado un mensaje por el móvil,
los bisontes no saben que dios puede palidecer de otoños
y maldicen el aire de las montañas y en su ahogo individual
yo encuentro palabras espléndidas, como las que escuchaba dentro de tu vientre
y pienso que todos los poemas se han quedado dentro de tu vientre
y he salido a la luz para decir que la luz es un vientre de (víbora) que se arrastra
gestando la senectud de los árboles,
he salido a la luz como quien vende relojes en un puerto lejano,
con cara sucia y con un ángel disecado entre los labios.
........................................................................................................................................
Vuelvo a tu poema, amigo Marius, porque se me olvidó decirte algunas cosillas que pienso sobre él. La luz me parece un trabajo de indudable importancia, que viene a consolidar tu talla como escritor de poemas. Muy bien la técnica rítmico-literaria, con los campos semánticos bien acotados, de pausa a pausa; muy bien la isotopía enriquecida por tu enorme capacidad para el ingenio literario.
Ha sido un placer leerte. Felicidades, no solo por este poema, tan hermoso, tan emocional, tan exquisitamente vanguardista, sino por toda tu trayectoria. Otro lujo en Alaire.
Abrazos.
Marius Gabureanu escribió:Hay un éxtasis de colores en la quinta calle de la desesperación.
Varios borrachos pronuncian el nombre de la noche debajo de las farolas.
Es una liturgia de espasmos a la cual me adhiero inconscientemente.
Los cisnes del crepúsculo han enterrado sus cuellos en mi alma
y mi madre no sabe qué hacer para salvarme.
Mira, madre, hay dos rutas hacia el paraíso,
una es la de los osos polares, pura sangre y nieve
y la otra ha pasado de moda.
Me han dicho que lloras mucho
y que sigues sembrando perejil para que las piedras no se sientan tan solas,
me han dicho que todavía sabes encontrarle a la soledad unas piedras
y que sabes que las piedras son otra clase de dibujo
que solamente la ausencia puede convertir en arte.
Te pregunté aquella tarde agobiada por manzanos,
caían las flores de manzano sobre tu cabello en llamas de pobreza
y te pregunté si me dejabas ir
porque el pozo de mi infancia había invocado un gutural y nocivo duende,
una deuda de pirañas que el universo pagaba con mi carne ebria de soledad.
Ahora es incomodo pedirte perdón,
soy un alumno excelso en la universidad de los suicidios
y no me arrepiento de haberte dejado sola entre las vacas moribundas del pueblo,
entre los pueblos moribundos de ese país de inciensos
donde vivíamos felices inhalando el desespero gota a gota, inhalando grillos,
sobre todo yo a veces inhalaba demasiado grillos,
me decías hijo vas a ensordecer si te quedas más tiempo fuera de nuestra celda,
ven que tenemos sartenes de plata y cabezas de gorrión
hervidas para la cena, ven que tu padre ha aprendido
cazar a los gorriones de la histeria y hay una abundancia
de cadáveres que nos esperan para lavar su rostro
y secarlo con toallas geométricas y descoloridas de la memoria.
Espera, madre, que me ha llegado un mensaje por el móvil,
los bisontes no saben que dios puede palidecer de otoños
y maldicen el aire de las montañas y en su ahogo individual
yo encuentro palabras espléndidas, como las que escuchaba dentro de tu vientre
y pienso que todos los poemas se han quedado dentro de tu vientre
y he salido a la luz para decir que la luz es un vientre de vibora que se arrastra
gestando la senectud de los árboles,
he salido a la luz como quien vende relojes en un puerto lejano,
con cara sucia y con un ángel disecado entre los labios.
Marius, uno de los mejores, mas impactante poema que he leido aqui o en cualquier libro. Mi admiracion y respeto. ERA