La firma humana

[Alejandro Costa]

Tanta fe nos falta, tanta…

El aire es humo endiablado
y una tormenta es un grito de ansiedad;
la lluvia, lágrimas en desiertos,
la perversión, un huracán al borde del abismo.

Como volcanes, hervimos la sangre,
las sonrisas se evaporan,
los ojos irradian flores de odio,
la piel se eriza,
los músculos se activan,
las auroras se disipan,
los días se oscurecen,
y el aliento huele a muerte.

Todo cuanto nos enseñaron,
todo por cuanto se luchó,
lo que entre las páginas de la sabiduría
formó la enciclopedia de la vida,
¡todo! se fundió en la nada,
con la firma de su autor,
tú, yo, ellos, ¡el ser humano!

Nunca hubo fe,
nunca la habrá,
porque nunca creímos en ello.

Y aún ahora,
creemos vivir sin ella…

[Hallie Hernández Alfaro]

Muy buen trabajo, Alejandro. El poema extiende sus brazos como ramas verdes, ciertas y muy identificables. Sabemos del árbol/hombre que nos atañe, de esa fe tan llena de contusiones...

Gracias por compartir; salud y felicidad.

[Guillermo Cumar.]

Bastantes someteres nos va poniendo la vida al lado de nuestras preocupaciones.
Qué bien las detallasen el poema bajo la efigie lucrativa de una miscelánea abierta
a recibir aires de muchos sitios.

un abrazo

[Lunamar Solano]

Intensidad que descubre y reflexiona en el caminar de tus versos querido amigo...
Un gusto siempre...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Rafel Calle]

Hermoso trabajo de Alejandro.