asio la vida,
en lo escarpado.
Y le cupo todo el mundo azul marino
en sus manos de mandarina,
y el llorar de cuco macho amadrinando los huevos.
Al filo de las pestañas,
un desliz de maquillaje polvo de mariposas,
y una fresa
chiquitita y juguetona,
le perfiló la sonrisa.
Como un abedul silvestre,
supo desnudar la nieve y beber,
a hojas llenas,
las lluvias, el norte helado,
la savia de manzanillas, enhebrar los padrenuestros
al ritmo de chirimiris
........................................................................... (por lo de la fe que remueve las montañas ),
no fuera que se se le fuera...
y hasta según cuenta la corneja
tuvo un romance sonado con el pino de la esquina.
¡ Qué suerte... digo... qué suerte
la de Libertad escogida... !!
(Porque asir la vida y resisitir es fácil... si se quiere... yo creo. En Alicante es dieciocho de Febrero de este año que termina en seis, el mar anda un poco de morros)