![Imagen](https://lh3.googleusercontent.com/-FWSmyAMFEU0/VnBkKZKGxHI/AAAAAAAAAa0/W7hK_xpQzno/s512-Ic42/vieja_guiard.jpg)
Cuántas veces sentada en la silla
y pegada al cristal del ventano
se quedaba llorando mi abuela
viviendo el pasado.
Y miraba con ojos en llantos
a las nubes en mudo silencio,
puede ser que arrobada, extasiada,
veía a mi abuelo.
Se marchó no hace mucho a los cielos
y dejó tan funesta amargura
que a su esposa dejó tales llagas
que nunca se curan.
Recordando de nuevo este trance,
cuando mira de nuevo a la aurora,
un agobio profundo me embarga
si veo que llora.
Cuando el ser tan amado nos deja
algo nuestro se va muy seguido
y ese algo nos llama insistente
marcando el camino.[/size]