Manuel Alonso escribió:Habíamos quedado en la planta baja del centro de ocio,
a partir de una llamada perdida…
Preparada minuciosamente la coartada,
el crimen planeado,
era perfecto.
A cada uno se le había asignado una misión específica,
y sabía perfectamente cumplirla.
Pero al móvil se le agotó la batería.
Uno debe saber de antemano
con qué tipo de móviles debe contar para cometer
cierta clase de delitos.
Hubo que abortar la operación.
El blindado continuó con toda la recaudación.
El hecho no se consumó,
ni tan siquiera se habló de tentativa.
Quedando al final en un simple acto interno
que no se penaliza.
Ocurre lo mismo con en el papel en blanco,
si no lo estigmatizan rasgos caligráficos de
profanación poética.
Interesante, me gusta, Manuel. Hay poemas imperdonables. Un abrazo, E. R. Aristy