Gracias Manuel por tu paso y generosos comentarios.Manuel Sánchez escribió:Me ha gustado mucho este poema, que encuentra en sus frases una autentica exactitud.
Un abrazo
Un abrazo.
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Gracias por tu animoso paso por estos versos, amigo Pablo.Pablo Ibáñez escribió:Ferreiro,
el recuerdo de la guerra civil es tan triste, es todo tan triste, tan tremendo, tan absurdo. El otro día pusieron por la tele un documental sobre la aventura del tesoro del Museo del Prado durante la guerra. Salían imágenes en blanco y negro de gente huyendo a Francia en el 39, derrotada, herida, demacrada, hambrienta, con la expresión tan triste, tan triste.
Hay que tener agallas para escribir sobre ello.
Tú lo has hecho y muy bien.
Un abarzo, maestro.
J. J. M. Ferreiro escribió:En el presente año,
la tierra
se pobló de cadáveres;
los hombres
acabaron así,
como los días,
todos muertos, noche tras noche.
Se doblegaron, desahuciados
por la traición infame.
Aviesos y feroces,
la sombra, el semblante,
la conciencia, que nunca ya
pudo huir de sí misma.
Todo, en los asesinos,
es quietud y luz fría.
Mientras nos acompaña
el llanto agudo del violín,
vamos buscando el paredón.
Muchos no se resignan
a esos túmulos clandestinos
donde fueron devueltos
los humillados.
Se rindieron vencidos
por la traición infame.
En medio de la nada,
los hombres
con cirios encendidos en las manos
buscan el Sol
al final de un mar muy lejano.
El semblante avieso y feroz,
la sombra,
la conciencia que nunca ya
pudo huir de sí misma.
Todo, en los asesinos,
es quietud y luz fría.