Bruno Laja escribió:A veces pasa, en momentos contados, en que uno lee y siente que hay un sujeto que se deslíe. El interior se hace más grande, no es exactamente un cobijo; se parece más a un aula vacía. La concienca asiste al fantasma de todas sus lecciones, trata de aprender un nombre, coagula el flujo entre sus sienes, por un momento, para tratar de analizar. Analizar mientras el sonido del flujo, su fricción, es un indicio de un avance vital, que no puede ser analizado. A veces la poesía también es así. Abrazos, Carmen.
Contesto muy tarde, lo siento, pero, yo subo los poemas para responder los comentarios durante 2 o 3 días a lo sumo, luego dejo que vayan pereciendo en el devenir del foro , para que otros muchos tengan vida, como nacer o morir aproximadamente, con éste seguramente pasó esto, pq yo siempre intento contestar...
Ese espacio al que aludes, no se nutre del refugio y en mi imaginario se llama "la sala", y sí, responde hacia un impulso, yo no puedo analizarlo, si pudiera sería un refugio y mentiría....y aunque es impulso, hay como marea mansa, un reflujo, no es algo analítico, pero, esa sensación que no me otorga parámetros me da pistas para cambiar la dirección, aunque el proceso se repita unas cuantas veces....
Abrazos, grandes, querido amigo.
Carmen
La primera tarea del poeta es desanclar en nosotros una materia que quiere soñar.
Gastón Bachelar.