recordando a Miguel Hernández
el compromiso del perro es la noche
para no estornudar a nadie
verde qué te pasa Yo, que alto soy En esta palmera
que camina voy sin prisa: el agua
resbala por el aparador de la madrugada recuerda
ese olor a manos vacías Ese parar en Cristo
la pregunta la libertad de la risa el tren que aúlla
como un loro en la noche Y me acurruco más
en los ovarios de mi madre loba Loca
de no saberse ida
¡la magia! de las cosas que ya no sirven para nada
sueño
que el calor son mis albarcas y trago el polvo que me digan
Todo es verdad en la mentira del ser
de mi mano sintiendo la pluma: el pájaro estero
de la cama a las once y pico el vino de las ocho
tu dolor de cabeza
y
ellos que me miran con esa ternura que me hace llorar a tientas
sirviéndose de la herida
...déjame pensamiento
diseñando mis huecos este edificio casi sin aciertos
este mar que adivina cómo huelen los hombres
y se hace tierra
para besar sus calaveras tierra
dónde dónde
¿dónde
pondré mi voz enamorada
dónde
para no estornudar a nadie?
elPerro