Imprecatoria del peñasco absurdo
“No te afanes, alma mía, por una vida inmortal,
pero agota el ámbito de lo posible”
Píndaro
A Albert Camus
Sísifo carga la piedra de la muerte,
el sello insigne de literales cumbres,
arrastra el peso de un mundo absurdo;
una y otra vez resbala al borde
de sus horas místicas,
desdeñándolas,
como a horas castigadas de ocio.
El azote del sol es lo que prende
las hordas del día;
desciende su fusta sobre la espalda,
enfermo de agobio,
cree ver mis ojos de ciervo
atravesado por odios.
Presume que el desenlace
del trágico forastero es su delirio
por la noche, allí le espera
la lira desvainada de un árbol,
para saltar a su sombra,
y abarrancar abruptamente
todos sus silencios.
Está seguro del único alivio;
la corriente de orín
que al final hace caer rendido
el incumplimiento
de todas esas palabras santas
que emigran a preñarse
en los haitises* de la Poesía,
y que retornan a empollar
un nuevo vuelo,
inútil, incesante.
E. R.Aristy
*Haitises, Patrimonio Ecológico Mundial, Sabana De La Mar, Republica Dominicana