Ronald Bonilla escribió:Atravesar las nubes o la sal,
postular el paso para adelantar
el horizonte,
cicatrizar en el espejo que la vida otorga.
Ser solo esta sombra y no el camino
que lleva algún lado,
que sabe de la soledad
como sabe del encuentro.
Quizá dejar que la luz sea solo
la forma de dejar cicatrices en el aire.
No lo sé, he caminado a veces
tras espejos que mueren,
he soñado el horizonte
con unos ojos que me lleven al silencio,
solo he sido el camino que no va a ningún camino,
que no sabe soñar sino palabras,
y he querido escuchar, al fondo de salinas sin fin,
unos ojos que me esperan,
unos labios que besan con certezas,
unas manos que me dicen hola, buenos días,
cuando de nuevo despertemos entre sábanas.
Improvisación sobre una imagen
13 de junio 2015, 8:15 p.m
A veces eso es todo cuanto toma para sentirnos vivos, otro ser que nos abrace. Muy bello poema, Ronald. ERA