- De cómo conocí a Egeria -

[Israel Liñán]

Resumo
para no perderme en imbecilidades:
que la chica no tenía papeles
no lo supe hasta mucho después,
sus ojos eran todas las referencias
que necesitaba,
y su boca,
y esa manera de hacer el amor
como si estuviéramos follando,
¿o era al revés?.

La mañana del lunes la dejé en Ópera,
tenía una entrevista de trabajo,
y aunque el cielo cubría de cenizas las aceras,
y un mirlo calló fulminado a mis pies,
no quise hacer mala sangre
y nos despedimos con un beso.

Al mediodía me llamó
preocupada,
me contó algo sobre el yo,
el superyo,
la fase oral,
el calor que tenía,
las efímeras gotas de sudor que se deslizaban
por su vientre,
circunvalando el piercing del ombligo...

...una llamada más.

Yo estaba tirado en un banco del parque,
resolvía ecuaciones bicuadradas
al tiempo que gemía levemente
a modo de asentimiento,
un sonido parecido al que suelo emitir
al fingir los orgasmos,
porque los hombres también fingen los orgasmos,
sobretodo
cuando están tan colocado
que el pene tiene la misma sensibilidad
que una varita de merluza congelada,
se finge por agotamiento,
no por satisfacer a la pareja.

El caso es que después de esa llamada
no volví a saber nada de ella.

La policía se puso en contacto conmigo,
me habló de conspiraciones,
agujeros de gusano,
paradojas espacio-temporales,
me enseñaron la fotografía de un fresco antiguo,
una tal Egeria,
se parecía a mi chica,
aunque mi chica tenía las tetas más grandes.

Después desaparecieron,
todos desaparecieron,
me quedé sólo,
escribiendo poemas,
fumando marihuana
y soñando despierto.

[Eduardo Gregori]

Grande! Me ha gustado muchisimo. Has leido a Roger Wolfe y a Karmelo Iribarren? Tienes un estilo parecido. Me ha gustado mucho, de verdad.

[Hallie Hernández Alfaro]

Oh, doble Oh, Israel. Pero cómo se puede escribir así, con esa magnitud, entre los bastidores de la psique humana?. Lo leí en medio segundo y ya está alojado en el lado más claro del corazón. Digo, Magnífico, con mayúsculas merecidas.

Abrazo y de pie para la gesta de los aplausos, si señor.

[Josefa A. Sánchez]

Estoy con Hallie; Magnifico. Un lujo leerte.
Un abrazo.
Pepa

[Ana Muela Sopeña]

Genial, Israel.

Un poema que mezcla lo personal, lo colectivo
y lo espacio-temporal con éxito.

Felicitaciones
Un beso
Ana

[Israel Liñán]

Grande! Me ha gustado muchisimo. Has leido a Roger Wolfe y a Karmelo Iribarren? Tienes un estilo parecido. Me ha gustado mucho, de verdad.

Gracias por tus palabras Eduardo, de Roger Wolfe apenas habré leído un par de poemas, de Iribarren soy incondicional, ¡Ya me gustaría tener un estilo parecido [img]images/smiles/icon_biggrin.gif[/img] !

Un abrazo, compañero.

[curra anguiano]

Me uno a las chicas, es magnifico, te va envolviendo y enrroscando !!

Mil besos y mil gracias

Curra

[Israel Liñán]

Oh, doble Oh, Israel. Pero cómo se puede escribir así, con esa magnitud, entre los bastidores de la psique humana?. Lo leí en medio segundo y ya está alojado en el lado más claro del corazón. Digo, Magnífico, con mayúsculas merecidas.

Abrazo y de pie para la gesta de los aplausos, si señor.

Muchas gracias Hallie por tus hermosas palabras. Tus comentarios elevan la moral.

Un abrazo enorme compañera.

[Manuel Alonso]

Israel, un poema hermoso, basado en una relación esporádica con una chica sin papeles, Egeria. Me ha gustado mucho la exposición y el ritmo y la expresión poética. Es un placer amigo. Un abrazo.

[Israel Liñán]

Estoy con Hallie; Magnifico. Un lujo leerte.
Un abrazo.
Pepa

Gracias Pepa por tu comentario.

Un abrazo.

[Óscar Distéfano]

Un poema que me ha encantado. Una historia contada con inteligencia, ingenio y un finísimo humor.

Un abrazo, amigo.
Óscar

[Concha Vidal]

Resumo
para no perderme en imbecilidades:
que la chica no tenía papeles
no lo supe hasta mucho después,
sus ojos eran todas las referencias
que necesitaba,
y su boca,
y esa manera de hacer el amor
como si estuviéramos follando,
¿o era al revés?.

La mañana del lunes la dejé en Ópera,
tenía una entrevista de trabajo,
y aunque el cielo cubría de cenizas las aceras,
y un mirlo calló fulminado a mis pies,
no quise hacer mala sangre
y nos despedimos con un beso.

Al mediodía me llamó
preocupada,
me contó algo sobre el yo,
el superyo,
la fase oral,
el calor que tenía,
las efímeras gotas de sudor que se deslizaban
por su vientre,
circunvalando el piercing del ombligo...

...una llamada más.

Yo estaba tirado en un banco del parque,
resolvía ecuaciones bicuadradas
al tiempo que gemía levemente
a modo de asentimiento,
un sonido parecido al que suelo emitir
al fingir los orgasmos,
porque los hombres también fingen los orgasmos,
sobretodo
cuando están tan colocado
que el pene tiene la misma sensibilidad
que una varita de merluza congelada,
se finge por agotamiento,
no por satisfacer a la pareja.

El caso es que después de esa llamada
no volví a saber nada de ella.

La policía se puso en contacto conmigo,
me habló de conspiraciones,
agujeros de gusano,
paradojas espacio-temporales,
me enseñaron la fotografía de un fresco antiguo,
una tal Egeria,
se parecía a mi chica,
aunque mi chica tenía las tetas más grandes.

Después desaparecieron,
todos desaparecieron,
me quedé sólo,
escribiendo poemas,
fumando marihuana
y soñando despierto.

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Dios mío, qué cosas tan maravillosas te pasan¡¡¡
Y encima el resultado, para no perdernos en imbecilidades, fue conocer a Egeria ¡ magnifico descubrimiento que te hace escribir estos poemas¡

¿Un secreto? Lo de las ecuaciones bicuadradas... tiene su aquel, te lo digo yo.

Abrazos mediterráneos, Israel¡¡

[Rafel Calle]

Muy bello e interesante trabajo de Israel.