memoria histórica

[Esteban Granado]

Más surcos han de abrirse en las cunetas
de algunas carreteras condenadas,
surcos de incertidumbre y de nostalgia,
pozos de sangre verificadora.

¿No quedan palas? ¡Valgan estas manos!,
que vayan estas manos por delante,
desentrañando, revelando esencias,
cerrando grietas de melancolía.

Son todos los que están, no falta nadie,
ni siquiera se ausentan los ausentes
que han perdido su sitio en la memoria.

Más surcos han de abrirse en los caminos
y entre los matorrales de los montes:
hasta salir a la mitad del cielo.

[Hallie Hernández Alfaro]

Precioso, Esteban!!!

Saldremos a la mitad del cielo, vaya si lo haremos (con camino y lucha a cuestas)

Un abrazo fuerte y mi enhorabuena.

Hallie

[Ramón Carballal]

Desde luego que todos aquellos que murieron indignamente en una guerra tan injusta como la nuestra merecen no caer en el olvido y recuperar aunque sea despues de la muerte un poco de dignidad. Quizá es algo que debió hacerse antes pero se trata, sin duda, de un derecho legítimo que tienen los familiares. Un tema difícl has escogido para este poema tan bien escrito. Un abrazo, Esteban.

[Ana Clavero]

En este tema siempre tengo miedo a decir lo que pienso, porque en cuanto lo digo me colocan automáticamente el cartelito "azul" y yo de azul no tengo más que el mar que me contempla, pero eso no quiere decir que tenga que aceptar a pies juntillas lo que los que no son azules me digan, por el simple hecho de que su progresismo se acerque más a mis ideas. El caso es que aplaudo que se haga lo que dicen que se va a hacer porque las familias tienen derecho a ello y quizás a nuestros políticos le ha faltado valentía para hacerlo hace muchos años.
Ahora lo que no me huele demasiado bien es que se "levanten polvaredas" para tratar de tapar dramas que la gente están viviendo día a día. Casualmente después de los ciento y pico mil parados de Agosto sale esta noticia, que probablemente en manos de otro juez no hubiera tenido tanta acogida mediática; y casualmente, también, sale la noticia de la nueva ley del aborto (un dinero tirado me parece a mi, porque tenemos una ley bastante buena, a la que quizás bastara con darle algún retoque).

Después de la disertación política viene la alabanza de tu poema, Esteban, porque creo que hay que ser valiente para meterse en temas tan espinosos.

Un abrazo.

[Alonso de Molina]

Parece que hasta el juez Garzón
está empeñado en abrir un censo para los muertos
y desaparecidos en España como consecuencia
de la sin razón y el odio que la Guerra Civil provocó en este país.

Sin reclamas políticas de ningún color, estimo que la verdad
sea cual sea debe salir a la luz.

un soneto impecable
que puede servir para remover conciencias

te mando un abrazo

.

[Rafel Calle]

Más surcos han de abrirse en las cunetas
de algunas carreteras condenadas,
surcos de incertidumbre y de nostalgia,
pozos de sangre verificadora.

¿No quedan palas? ¡Valgan estas manos!,
que vayan estas manos por delante,
desentrañando, revelando esencias,
cerrando grietas de melancolía.

Son todos los que están, no falta nadie,
ni siquiera se ausentan los ausentes
que han perdido su sitio en la memoria.

Más surcos han de abrirse en los caminos
y entre los matorrales de los montes:
hasta salir a la mitad del cielo.

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Excelente poema, querido amigo Esteban. Me ha encantado.
Este soneto, en mi opinión, es un ejercicio rítmico prácticamente impecable (apenas tres antirrítmicos, ''más surcos'' ''son todos'', que pueden tener una razón estilísticamente fundada).
El dominio del endecasílabo se hace patente en cada uno de los versos; hay una gran maestría en la mano que procura esa arrolladora musicalidad.
Endecasílabos enfáticos, ''y entre los matorrales de los montes''; sáficos, ''hasta salir a la mitad del cielo''; melódicos, ''ni siquiera se ausentan los ausentes''; heroicos, con el rítmo yámbico puro (acentuadas todas las sílabas pares) ''¿No quedan palas? ¡Valgan estas manos!''; primarios, ''pozos de sangre verificadora.'', en fin, una combinación de versos endecasílabos muy afortunada.

Pequeña sugerencia: ''que (han) perdido'', entre otras cosas, es el tercer ''han''. No sé, ''perdido ya'', o cualquier otra...

La rima del tercer verso, no me molesta en absoluto; aunque, en ese punto, algunos lectores podrían tener la sensación de que lo que están leyendo es un soneto de rima asonante, en el cuarto verso ya no aparece la rima. Después no aparecerán más rimas, luego, se sabrá que el poema es de verso blanco. Sin embargo, la cadena fonológica también me ha parecido excelente. Hay rimas interiores por todos lados ''No quedan palas? ¡Valgan estas manos''; múltiples aliteraciones, ''(Más) (sur)cos (han) de abrir(se) en (las) (cu)ne(tas)'', pero, no hay rima exterior, así no existe saturación melódica en ningún momento.

Decir que en el poema advierto una mezcla de términos que, por estar muy lexicalizados, necesitan de mucha habilidad (tú la consigues) para que no desmerezcan en el contenido, con otra terminología de comprensión poética fácil, por la familiaridad del continente y, así mismo, en la parte más genial de lo semántico.
Tu soneto pasa el corte con holgura, aun más, diría que es un buen soneto.

Felicidades, colega.
Te mando un fuerte abrazo.

[Esteban Granado]

Gracias, Hallie.

Este poema tiene ya unos años de vida, pero me pareció oportuno volver sobre él al hilo de las recientes decisiones judiciales al respecto. Quedan todavía muchas conciencias por remover.

¡Vaya si lo haremos!

Recibe un fuerte abrazo,

Esteban

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Lo triste es que éste, amigo Ramón, siga siendo un tema difícil de encarar en el año 2008...

Como bien dices, no se trata más que de ofrecer una legítima reparación a los miles de familiares de los "desaparecidos". Los que hoy dicen que no se deben reabrir las heridas de la contienda, lo que no tienen es vergüenza. Yo me hago una pregunta, ¿quénes son ellos para decidir cuando se debe cerrar la herida de los que no saben dónde está enterrado su abuelo o su padre? Sólo una mente retorcida y enferma puede pensar que la inicua ley de amnistía del 77 cerró esas heridas por decreto divino.

Un abrazo y gracias por el comentario.

Esteban

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Bueno, Ana, tampoco voy a ponerme a discutir contigo o a rebatir tus afirmaciones, ya que este no es un foro de discusión política. Solamente te digo lo que a Ramón, que lo verdaderamente triste, en mi opinión, es que, a día de hoy, éste siga siendo para muchos un "tema espinoso".

Gracias por el comentario y un abrazo,

Esteban

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Gracias, Alonso. Creo que la democracia española tiene una deuda con los familiares de los miles de ciudadanos cuyos huesos siguen esparcidos por montes y cunetas a lo largo de toda la geografía nacional. Parece increíble que todavía se siga intentando obstaculizar la labor de la justicia en este caso.

Un abrazo,

Esteban

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Amigo Rafel:

Ciertamente, en este poema me preocupé más de suscitar reflexiones que emociones estéticas. En lo del "tercer han" (que parece que hablemos de kárate) seguramente llevas razón, pero en la última estrofa consideré oportuno emplear la anáfora para dar más rotundidad al mensaje.

Gracias por el extenso e interesante comentario y recibe un fuerte abrazo de tu amigo,

Esteban

[Alberto Batania]

Me parece un poema muy bien escrito, donde el vuelo de la indignación alcanza a los versos sin manchar tu acostumbrado rigor.

Me parece que escribes mucho mejor enfadado que equilibrado. Tu poema "La coyuntura" me parece uno de los mejores que me he leído en mis cuatro meses de foro. No sé si fuiste tú el que colgaste lo de Gombrowicz, un texto que ya conocía, pero si fuiste me habla muy bien de ti en tanto que sigues reflexionando sobre el hecho poético.

Sobre el enfoque que le das al poema, queda sobrentendido que estoy de acuerdo. ¿Paz sin justicia? También con eso hubo que transigir.

No te emociones, porque esto terminará con alguna componenda de "sólo con la puntita". Ya verás.

Muy buen poema. Aunque el enfoque fuera el contrario, te lo alabaría igual.

Hasta pronto.

[Alejandra Goerne]

Esteban... Quien no posea Memoria Histórica, carecerá también de futuro. Y sin embargo, como hermosamente apuntas, la historia está ahí y continúa. Me gusta lo que has dicho y sobre todo, cómo lo haces. Un abrazo.

[Amparo Guillem]

Han de abrirse, desde luego.
Ya es hora, que nadie se olvide y que no se olvide a nadie.
Ya se está abriendo la tierra, buscando maquis, por todo el Levante y Teruel.
Muy oportunos tus versos.
Saludos.
Amparo
Aquí te dejo unos versos a propósito de los tuyos, pero muy a mi manera:

Es la boca de un volcán apagado; hay un muro de silencio; auténtico tabú ahora que tanto se habla de la memoria histórica; siempre se ha hablado en voz baja de esas cosas)




SIMA JINÁMAR
Ven, vamos a celebrar nuestros dolores
junto al árbol del campo que te digo.
M. Hernández
Hoy la tristeza se me pega al cuerpo
como lluvia lánguida
sobre mi desolado esqueleto.
He vuelto a morder con cansada rabia
a tener que hacer olvido,
a desdecirme de lo callado.
Y me inclino vertiginosamente
en una Sima Jinámar enlutada
en su salto de viento interrumpido,
engullendo tiempo amordazado
y plegarias en rebelión contra la nada,
hiriente y hambrienta como un suspiro.
Las mismas miradas arrastradas,
las mismas heridas desgarradas
que una pobre tierra almacena
en rincones desventurados,
donde el coloso de mi tristeza
se sumerge herido
en la prometeica agonía
de la soledad atávica y glacial:
esas mismas que se olvidan
como un juego sepulcral,
como un passé depassé.
No quiero instalarme desvencijada
en el callejón de los ahorcados
por su propia voluntad de razón golpeada,
no quiero nadar a contracorriente
en las aguas de mi río,
y por no querer no quiero siquiera nadar.
Pero ahora, con mi desprecio hacia el alma
que me impide ser cuerpo nada más,
cruzo sin lamentaciones
el Lago de los Bienaventurados,
con las esperanzas anudadas a los tobillos
para no caer en la tentación de la espera.
Porque, ahora me espera la eternidad
de murmullos y sombreadas apariencias.
Y no quiero contrapesos.

[Óscar Distéfano]

Me gusta el poema porque realmente trasmite la indignación
hacia la injusticia del hombre; y tiene la característica de ser
universal, ya que en todos los paises, incluyendo los de sudamérica
en su totalidad, han pasado por este tipo de crueldad humana.

Me gustó mucho el análisis de Rafel calle. Es muy cierto eso de
la asonancia en la primera estrofa. Si fuera mío, lo eliminaría.

Un gran abrazo, estimado.
Óscar

[José Manuel F. Febles]

Un gran poema, querido Esteban. Estoy de acuerdo.

Abrazos.

José Manuel F. Febles

[Esteban Granado]

Gracias, amigo Batania.

Yo aspiro a encontrar un cierto equilibrio, nunca estoy equilibrado.

Es decir, que soy un desequilibrado, jajaja, alguien desprovisto de sus facultades mentales, que diría El Gran Wyoming.

Lo de Gombrowicz lo puse por tocar un poco las narices, ya sabes. Por cierto que recomiendo encarecidamente a Gombrowicz como escritor, aunque en este ensayo no hay que olvidar que está hablando de "los poetas", o sea de los grandes nombres. Sí me preocupa algo que, a nuestro reducido nivel, nosotros, aprendices, reproduzcamos en alguna medida las mismas situaciones que él ridiculiza. Yo, por ejemplo, soy muy crítico con las reuniones de poetas, con los certámenes poéticos y con los recitales, y en eso estoy totalmente de acuerdo con Gombrowicz e incluso voy más allá. Por lo demás, tampoco vamos a descubrir aquí la cualidad histriónica del polaco, todo un profesional de la provocación.

Para terminar, te diré que me ha extrañado un poco tu manera de cerrar el comentario. En asuntos como éste, de estricta decencia democrática, la equidistancia es imposible. En el caso de que alguien hubiese querido darle al tema "el enfoque contrario", habría fracasado antes de comenzar: por acción u omisión.

Tampoco me emociono, soy consciente de las dificultades, pero abrigo una esperanza.

Un abrazo y gracias por el comentario,

Esteban

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Gracias, Alejandra, me alegra que estés de acuerdo con lo que expresa el poema.

Un abrazo,

Esteban

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Amparo:

Todo esto es de una gravedad extrema. En la provincia de Burgos se calcula que hubo unos 2.500 muertos, la mayoría asesinados en los primeros meses del execrable alzamiento. En Miranda de Ebro, una ciudad industrial de apenas 3.000 habitantes, hubo cientos de muertos. Durante toda la II República, hubo en la provincia solamente dos o tres muertos por causas estrictamente políticas. La desproporción resulta aterradora. Y luego hay que saber que el amigo Ansar extrajo fondos del estado para investigar las fosas de los muertos en Rusia de la División Azul, mientras aquí boicoteaba y no daba un duro para atender a los familiares de los miles de asesinados en la guerra civil.

Gracias por el poema y un abrazo,

Esteban

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Amigo Óscar:

Gracias por el comentario. Creo que nuestra situación no es del todo comparable a la de otros países: aquí ha pasado mucho tiempo, demasiado. En cuanto a la asonancia..., el poema no es de ahora, tiene unos años, así que lo dejaré como está, con sus defectos.

Un abrazo,

Esteban

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Placer de saludarte, querido José Manuel.

Como dice Óscar, es una cuestión de justicia.

Un abrazo,

Esteban

[JUANPABLO]

Más surcos han de abrirse en las cunetas
de algunas carreteras condenadas,
surcos de incertidumbre y de nostalgia,
pozos de sangre verificadora.

¿No quedan palas? ¡Valgan estas manos!,
que vayan estas manos por delante,
desentrañando, revelando esencias,
cerrando grietas de melancolía.

Son todos los que están, no falta nadie,
ni siquiera se ausentan los ausentes
que han perdido su sitio en la memoria.

Más surcos han de abrirse en los caminos
y entre los matorrales de los montes:
hasta salir a la mitad del cielo.

Estimado Esteban:

Yo no tengo un padre,
ni un hermano
ni un hijo
enterrados como perros
en cualquier cuneta o barranco
(como está Lorca
y unos miles más de seres humanos)...

Pero si los tuviera
hace ya muchos años
que estaría maldiciendo
a quienes de algún modo impiden
que sus restos me fuesen entregados
porque ellos son mi sangre,
al margen del penoso origen
del problema.

Y como soy plenamente solidario
con quienes sufren este atropello
alabo tu decisión
de desenterrarcon rabia
el problema.

Un abrazo.

[Pilar Morte]

Me gustó mucho tu poema, pero siempre me queda la tristeza de los que no tienen lugar
Un abrazo
Pilar