De sórdida naturaleza

[Ana Muela Sopeña]

Manuel, gracias por enredarte entre mis versos.

Un beso grande
Ana

[Jorge de Córdoba]

Interesantes líneas Ana Manuela Sopeña.

Gracias por compartirlas.

[E. R. Aristy]

Me empeñé en algo
de sórdida naturaleza.
En el brillo
de los combates alados
moraba Lucifer riéndose de mí.

Amé del ajedrez
el juego de la dama
en su ilusión
tan cándida y tan pérfida
a la vez.

El alfil de rey
fue mi aliado
en la utopía de los pájaros nocturnos.

Supe de la estrategia militar
y sin embargo
opté por la pasión
arraigada en el tiempo de los astros,
para dar nacimiento
a un mundo de luz en el abismo.

Permanecí extasiada
con las palabras híbridas de sueño.

En el crisol del alquimista
amé sin cercenarme.

Me olvidé de los límites
del hombre de los hielos.
Lo elevé a un monolito
de proporciones gigantescas.

Al final me atacó
como si fuera oscura y predadora.

Escapé de la quema
con la incisión precisa,
como si nunca hubiera sido una mujer volcánica.

Me adueñé de un destino indescifrable,
pero el azar de pronto
se reveló en su esencia más bestial
y tuve que esconderme en un refugio.


Ana Muela Sopeña

Un poema que me recuerda los mitos con que se nombran las galaxias en la Astronomía. Esa mezcla de fantasía y realidad que expresa eso, verdades escondidas en los refugios del Arte, la Literatura, los abismos de la realidad. Me gusta mucho tu capacidad creativa, Ana. ERA

[Ana Muela Sopeña]

Gracias, Pilar, por tus palabras.

Besos
Ana

[Ana Muela Sopeña]

Agradezco mucho tu paso por mis versos, Jorge...

Ana

[Mitsy Grey]

Ana, esos son los avatares que debe enfrentar un alma guerrera, como tú. Pero de ello, también se crece y lo verás en tus letras como en las de un augur.
Siguiéndote siempre, con mucho deleite.

Besitos. Mitsy

[Begoña Egüen]

Me empeñé en algo
de sórdida naturaleza.
En el brillo
de los combates alados
moraba Lucifer riéndose de mí.

Amé del ajedrez
el juego de la dama
en su ilusión
tan cándida y tan pérfida
a la vez.

El alfil de rey
fue mi aliado
en la utopía de los pájaros nocturnos.

Supe de la estrategia militar
y sin embargo
opté por la pasión
arraigada en el tiempo de los astros,
para dar nacimiento
a un mundo de luz en el abismo.

Permanecí extasiada
con las palabras híbridas de sueño.

En el crisol del alquimista
amé sin cercenarme.

Me olvidé de los límites
del hombre de los hielos.
Lo elevé a un monolito
de proporciones gigantescas.

Al final me atacó
como si fuera oscura y predadora.

Escapé de la quema
con la incisión precisa,
como si nunca hubiera sido una mujer volcánica.

Me adueñé de un destino indescifrable,
pero el azar de pronto
se reveló en su esencia más bestial
y tuve que esconderme en un refugio.


Ana Muela Sopeña

Excelente poema. Gracias por compartir.
Un beso.
BEGOÑA.

[Rafel Calle]

Hermoso poema de Ana.

[Guillermo Cumar.]

Utilizaste el refugio de la poesía haciendo que el lirismo destacara y entre imagen y sentir, sentir e imagen doblegar sin precaución
la tesis de una alegoría para dar movida al juego sensible de un ritmo dominado.

Un abrazo