J. J. M. Ferreiro escribió:Es buenísimo este poema. Tocas y abrazas con tus versos lo imposible.
Esto me dejó boquiabierto:
....ni suceder
donde el verbo termina.
Bicos querida amiga.
Me alegra que te gustara...
Un abrazo,
Carmen
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
J. J. M. Ferreiro escribió:Es buenísimo este poema. Tocas y abrazas con tus versos lo imposible.
Esto me dejó boquiabierto:
....ni suceder
donde el verbo termina.
Bicos querida amiga.
Martín Desormeaux escribió:"No me prometas pájaros", qué buen verso, entre varios que se vislumbran dentro de este poema. Siento que de alguna forma has encontrado en la condensación de lo que escribes un arma poderosa que logra decir mucho o todo en pocas palabras. Un gusto leerte, Carmen.
Un abrazo.
Martín Desormeaux.-
Alberto Batania escribió:Ese "y ahora tengo la edad de las palabras" me gusta mucho, quizá a todo poeta apasionado le suceda eso, que ya no puede vivir sino dentro de los libros o él mismo no es más que un saco de letras.
Abrazo.
Hasta pronto.
No era una frase, Bismark... era una manera de intentar definir... para eso están las palabras...Bismark Estrada escribió:La edad de las palabras, me ha gustado mucho esa frase... excelente poema el tuyo Carmen.
El primer parrafo es un inicio perfecto.
Saludos
Bismark
Un trabajo excelente, mis filicitaciones. Eduardocarmen iglesia escribió:No quiero ser dolor, ni suceder
donde el verbo termina.
No me prometas pájaros, no quiero
volar lejos del tiempo que reúne
sobre el papel arrugas invisibles.
Para alisar con letras el pasado
finjo las sílabas de un rostro nuevo.
Y ahora tengo la edad de las palabras,
el tacto de un reloj que no numera
las horas del silencio.
Eduardo Díaz escribió:Un trabajo excelente, mis filicitaciones. Eduardocarmen iglesia escribió:No quiero ser dolor, ni suceder
donde el verbo termina.
No me prometas pájaros, no quiero
volar lejos del tiempo que reúne
sobre el papel arrugas invisibles.
Para alisar con letras el pasado
finjo las sílabas de un rostro nuevo.
Y ahora tengo la edad de las palabras,
el tacto de un reloj que no numera
las horas del silencio.
Aigua Maria escribió:No lo había leído. Me ha impactado, directamente. Es un poema para enmarcar, has conseguido Carmen definir el sentimiento exacto en forma (palabra), magistral, así lo he sentido. Felicidades. Un saludo
carmen iglesia escribió:No quiero ser dolor, ni suceder
donde el verbo termina.
No me prometas pájaros, no quiero
volar lejos del tiempo que reúne
sobre el papel arrugas invisibles.
Para alisar con letras el pasado
finjo las sílabas de un rostro nuevo.
Y ahora tengo la edad de las palabras,
el tacto de un reloj que no numera
las horas del silencio.
No creo en las pretensiones, ni en la poesía ni en ningún otro ámbito... Dejo que las propias palabras y las propias acciones carguen o descarguen de razón nuestras razones...Luis Oroz escribió:Pensaba que había dejado algo en este poema, y al releerlo descubro, sorprendido, que no.
Cuando me gusta especialmente un poema suelo decir alguna de mis pelogrulladas
Y este es el caso, Carmen.
Un poema que nos habla de las no pretensiones, de la limpieza de espíritu, del aroma a poesía.
Tendríamos que guardarlo en la mesita de noche.
Un abrazote.
Luis Oroz.
eledendo escribió:carmen iglesia escribió:No quiero ser dolor, ni suceder
donde el verbo termina.
No me prometas pájaros, no quiero
volar lejos del tiempo que reúne
sobre el papel arrugas invisibles.
Para alisar con letras el pasado
finjo las sílabas de un rostro nuevo.
Y ahora tengo la edad de las palabras,
el tacto de un reloj que no numera
las horas del silencio.
... ay los silencios, cuánto dicen y cuanto significan por sí mismos; pero ¿ y las horas...? no son, Carmen, cosas baladíes, no; sobre todo en el amor; mo ben, mo ben; Orión