Sé que es inútil. Llegar a casa,
ponerme aquí delante y redactar
quince o veinte líneas, qué más da,
esta especie de salvoconducto
a ninguna parte.
(A ninguna parte - Poemas de Roger Wolfe)
Hay que tenerlo así de grande
para entender al hijueputa de la semana.
Debes de situarte en los pies de los carboneros,
trabajar como la mucama
y sufrir como el jornalero.
Nada del poemita Bosco,
del amor de karma…
te salva del filibustero,
tampoco de ningún fantasma.
Debes de entender primero:
-Al que te vigila.
-Al que te desarma.
Al que te completa como al crucigrama.
Con licenciatura que al final es nula,
con literatura que al principio es vana.
Al jefe, con su desparpajo,
que te da trabajo,
pero te desnuda.
No importa su estatura baja,
su sonrisa cine,
su gordura ignara,
porque hasta la corbata,
con la que se exhibe,
por donde mismo suda
te la cobra doble
con la misma vara.
Para entender al hijueputa de la semana,
hay que tenerlo así de grande,
porque por tu cansancio vive
y con tu dolor se expande.
Debes de entender al que se postula,
al que se regala,
pero al pobrecito pibe,
y al borrachín de andada.
A la mujer desnuda,
pero indocumentada,
de trabajo burdo,
de jornada brava,
por zurcir faldones,
por coser almohada,
como ya le dije,
al hijueputa que peor le paga,
le atormenta el alma
toda la semana.
5/7/15
O. Llombart.
5/7/15
O. Llombart.
