
Cuando
Cuando el día deje de existir
en el sueño de la muerte
perturbada por la mirada de la vida;
cuando la noche deje de desgranar
oscuridad desde el infinito azul
agitando las cenizas del olvido;
cuando el Hombre deje de amar
al Hombre en la calma de lo blanco
removiendo la nada después
de limpiar el camino del silencio;
es entonces que
una amarga brisa en labios
besará el manjar de la ausencia
y pronunciará su voz
entre disfraces con ojos callados.