Agonía

[Manuel Alonso]

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Esparcidos ecos de los montes,
brotan en silencio de las simas,
renuncian hoy a la estatura.

Un por qué delgado desde siempre
resbala entonces de los hábitos,
carnal desdén de otros oficios.

La virtud culpable, denostada,
no entra de lleno en los detalles,
bajan los párpados auroras.

[Hallie Hernández Alfaro]

Manuel, estos nueve versos duelen en su gran belleza. Su resonancia se amplifica para alcanzar fibras recónditas.

Aplausos fuertes y abrazos.

[Óscar Distéfano]

Me ha gustado mucho leerte, amigo. Son versos muy sentidos.

Un abrazo.
Óscar

[Pilar Morte]

Preciosos versos, amigo Manuel, que me ha gustado leer.
Besos
Pilar

[Manuel Alonso]

Muchas gracias Hallie, un fuerte abrazo, amiga.

[Yosvani Oliva Iglesias]

cuanta ternura en tan pocos versos, gracias por este obsequio Manuel. Un abrazo.

[Víctor F. Mallada]

Muy bonitas las imágenes que aquí dejas, Manuel.

Y las acompañas de un ritmo insistente, cadencioso, que rompes con un ternario en el último verso, para ralentizar la acción. Muy logrado.

Un abrazo,


Víctor

[Manuel Alonso]

Óscar, muchas gracias, eres muy amable, un abrazo muy fuerte.

[Manuel Alonso]

Pilar, muchas gracias por el comentario, eres muy amable, un beso, amiga.

[Israel Liñán]

Hermosos versos introducidos por un gran tema de Navajita Plateá. El conjunto queda de lujo.

Un abrazo, compañero.

[Manuel Alonso]

Gracias Yosvani, un beso, amiga.

[Manuel Alonso]

Gracias Víctor, eres muy amable, un abrazo, amigo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Amigo Alonso, nos dejas aquí nueve perlas engarzadas. Apunto y subrayo, palabra por palabra, el comentario de Hallie.

Un abrazo.

[Manuel Alonso]

Gracias Israel, un abrazo, amigo.

[E. R. Aristy]

Esparcidos ecos de los montes,
brotan en silencio de las simas,
renuncian hoy a la estatura.

Un por qué delgado desde siempre
resbala entonces de los hábitos,
carnal desdén de otros oficios.

La virtud culpable, denostada,
no entra en los detalles,
bajan los párpados auroras.

Que belleza! Alonso-Es otra belleza de la cual habla el poeta, algo que no se puede medir,que se nos escapa con esos otros oficios,pero que se resbala un dia como otro fruto, una ansiedad mortal divina,como quizás sea lo que se siente cuando se siente morir. ERA