Agujero negro

[Óscar Bartolomé Poy]

Le dijo que su coño era un agujero negro, que absorbía todo lo que se le ponía por delante. Tenía un centro de gravedad bajo y una increíble fuerza de succión. Aspiraba cualquier cosa como si fuera una partícula de polvo, y luego no dejaba ni rastro del intruso. Como un conejo en la chistera de un mago, era un visto y no visto. ¡Tachán! Él se rió de buena gana de aquella estúpida ocurrencia y se bajó los pantalones. Ella no opuso resistencia. Dejó que le quitara las bragas y separó las piernas, dócilmente. Cuando le metió su polla, sin contemplaciones, todo él desapareció dentro de aquella angosta oquedad. Brazos, piernas, torso, cabeza... Todo. Succionado y centrifugado por aquel tambor de lavadora orgánico. De él no quedaron ni los pantalones; que, por cierto, eran unos Levi's originales.

[Ventura Morón]

No he podido evitar recordar las bellísimas imágenes de "el hombre menguante", de la pelicula muda que "Benigno" va a ver en "hablé con ella" de Almodóvar (con el precedente tambien de la pelicula de Arnold de "el increíble hombre menguante). Hablan estas imágenes en "el hombre menguante" de su deseo, y del silencio de los personajes en la trama principal, un desierto de dunas que conducen a una puerta de la que el hombrecillo no volverá a salir.
Ese cuerpo de mujer toma tambien aquí dimensiones gigantescas, el sexo y la genitalidad en las que él se entrega, aunque quizás avanzara predominante, hasta desaparecer en el tunel mágico de su deseo.
Me ha gustado mucho el tono, el humor con el que se desarrolla y el desenlace, más realista, que nos induce a revelarnos contra el sueño.

Un abrazo Óscar, un placer leerte

[Óscar Bartolomé Poy]

No he podido evitar recordar las bellísimas imágenes de "el hombre menguante", de la pelicula muda que "Benigno" va a ver en "hablé con ella" de Almodóvar (con el precedente tambien de la pelicula de Arnold de "el increíble hombre menguante). Hablan estas imágenes en "el hombre menguante" de su deseo, y del silencio de los personajes en la trama principal, un desierto de dunas que conducen a una puerta de la que el hombrecillo no volverá a salir.
Ese cuerpo de mujer toma tambien aquí dimensiones gigantescas, el sexo y la genitalidad en las que él se entrega, aunque quizás avanzara predominante, hasta desaparecer en el tunel mágico de su deseo.
Me ha gustado mucho el tono, el humor con el que se desarrolla y el desenlace, más realista, que nos induce a revelarnos contra el sueño.

Un abrazo Óscar, un placer leerte

Sonrío. Es curioso, pero tu comentario es más extenso que el microrrelato. Aunque no pensé en ella, ni la tuve como referencia, es verdad que puede recordar un poco a la famosa secuencia que describes de la premiada película de Almodóvar. A decir verdad, sí pensé en una película, pero bastante más desconocida por estos lares. Se trata de la perturbadora y bizarra 'Gozu', del director nipón Takashi Miike, aunque en aquella película el proceso era el inverso; un hombre salía de la vagina de una mujer, empezando por su brazo. En fin, imágenes que uno nunca olvida.

Gracias por tu valiosa opinión, Ventura. Me alegro de que hayas disfrutado de este breve relato humorístico.

[Raul Muñoz]

Buen micro, Óscar, con mucho ingenio y dosis de humor. Me gustó mucho, amigo.

Un fuerte abrazo.

[Óscar Bartolomé Poy]

Buen micro, Óscar, con mucho ingenio y dosis de humor. Me gustó mucho, amigo.

Un fuerte abrazo.

El humor que no falte. Suele estar muy presente en mis relatos.

Me alegro de que lo hayas disfrutado. Un abrazo, Raúl.