Guillermo Cuesta escribió:Biología pura donde la virtual herencia del idioma
mueve la palabra desde lo virtual a lo real para que
la metáfora deslinde.
un abrazo
Gracias, Guillermo, por tu insistente ánimo. Un abrazo.
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Nésthor Olalla escribió:"anos y uretras están bien como están, dormidos en sus roles"
La otra lírica que oculta el arte evacualtorio.
Grande lo tuyo "superLópez"
Rafel Calle escribió:Muy hermoso poema, amigo Roberto, trufado de conceptualidad e inteligencia literaria. Diría que es un trabajo importante dentro de una obra de importancia, la tuya, esencialidad salpicada de genialidades.
Ha sido un placer leerte. Felicidades, estimado compañero y admirado colega.
Abrazos.
Gracias, José M. Celebro que te guste.José Manuel Acosta escribió:Un poema entre metafísico y física cuántica de agradable lectura , me ha gustado mucho.
Un saludo
José Manuel Acosta.
Óscar Distéfano escribió:Ha sido un verdadero placer leerte en esta noche. He salido sonriendo de tu poema. Me ha encantado el manejo magistral del lenguaje y la culta lexicografía (me llevaron al diccionario).
Un abrazo, amigo.
Óscar
ROBERTO LÓPEZ escribió:Fregar el recipiente de las glándulas con sosa cáustica,
lijando con firmeza precisa los resortes
que la vellosidad intestinal eleva.
No hay que dejar fluido ni viscosa consistencia
entre las circunvoluciones cerebrales,
no vayan las dendritas a ahogarse en el sexo.
Entretanto, no permitir que madres imperiosas
gesticulen, ni que la silenciosa hermandad
de los indiferentes ataque con ágrafas ballestas,
ni que las puertas chirríen antes de cerrarse de un portazo.
Atajar el parloteo de la lengua
con ásperas aletas de tiburón incomestible
para huir de tentaciones gastronómicas.
Anos y uretras están bien como están,
dormidos en sus roles. No conviene
tocar mucho las cuerdas del arpa evacuatoria.
Mantenimiento siempre -nunca me cansaré de esta advertencia-
para la boca. Eso de que los verbos, los adjetivos
y sus improcedencias varias circulen por los mismos conductos
del vómito, del grito, de la mendacidad -indumentarias
todas del animal humano- no cuadra, aunque sólo
sea por esta noche en que resuenan
los sorbos al café descafeinado y sin azúcar.
Ramón Carballal escribió:Un poema inteligente que has desarrollado con maestría(y no es fácil tratándose del tema que tratas). Me gusta, también, el punto de ironía que tienen estos versos. Enhorabuena y un saludo cordial.
ROBERTO LÓPEZ escribió:Fregar el recipiente de las glándulas con sosa cáustica,
lijando con firmeza precisa los resortes
que la vellosidad intestinal eleva.
No hay que dejar fluido ni viscosa consistencia
entre las circunvoluciones cerebrales,
no vayan las dendritas a ahogarse en el sexo.
Entretanto, no permitir que madres imperiosas
gesticulen, ni que la silenciosa hermandad
de los indiferentes ataque con ágrafas ballestas,
ni que las puertas chirríen antes de cerrarse de un portazo.
Atajar el parloteo de la lengua
con ásperas aletas de tiburón incomestible
para huir de tentaciones gastronómicas.
Anos y uretras están bien como están,
dormidos en sus roles. No conviene
tocar mucho las cuerdas del arpa evacuatoria.
Mantenimiento siempre -nunca me cansaré de esta advertencia-
para la boca. Eso de que los verbos, los adjetivos
y sus improcedencias varias circulen por los mismos conductos
del vómito, del grito, de la mendacidad -indumentarias
todas del animal humano- no cuadra, aunque sólo
sea por esta noche en que resuenan
los sorbos al café descafeinado y sin azúcar.