-De cómo regreso borracho a casa y redescubro la estupidez-

[Israel Liñán]

Desde la periferia de la misma vida
observo las ondas de luz
en su esplendor,
y las bocanadas de dióxido
amplían la pesadez
que de mis párpados
al sonido celeste de las tragaperras
esparcen en quintos y tercios.

Tatúo cuarenta decepciones en la espalda,
y de la imagen
queda la duda de un pasado que soñó en futuro,
y un presente difuso:
polvos sin ángeles
ni arcángeles.

El sabor del infierno se destila
de la sangre del espejo,
la misma que surca perfecta
la muñeca del cobarde,
densa y oscura melaza
de fracasos y olvidos.
Y como un dios senil que orina en los ascensores,
canturreo rabiosas letanías por las aceras,
mientras vuelan,
sucias,
las gaviotas,
sobre los tejados del profeta.

Reconozco entonces el esperpento
travestido de adjetivos,
de demagogias y tristezas,
y observo con ojos comatosos
mi sombra en el asfalto.

Ensancho el espíritu, el Nirvana se acerca,...


... abro la consciencia de la propia estupidez...






... mejor abro otra cerveza.

[E. R. Aristy]

Desde la periferia de la misma vida
observo las ondas de luz
en su esplendor,
y las bocanadas de dióxido
amplían la pesadez
que de mis párpados
al sonido celeste de las tragaperras
esparcen en quintos y tercios.

Tatúo cuarenta decepciones en la espalda,
y de la imagen
queda la duda de un pasado que soñó en futuro,
y un presente difuso:
polvos sin ángeles
ni arcángeles.

El sabor del infierno se destila
de la sangre del espejo,
la misma que surca perfecta
la muñeca del cobarde,
densa y oscura melaza
de fracasos y olvidos.
Y como un dios senil que orina en los ascensores,
canturreo rabiosas letanías por las aceras,
mientras vuelan,
sucias,
las gaviotas,
sobre los tejados del profeta.

Reconozco entonces el esperpento
travestido de adjetivos,
de demagogias y tristezas,
y observo con ojos comatosos
mi sombra en el asfalto.

Ensancho el espíritu, el Nirvana se acerca,...


... abro la consciencia de la propia estupidez...






... mejor abro otra cerveza.

la periferia es la esquina del ojo, dificil ver, pero sabemos que la espalda ve por menos hasta los 80 años. Me gusta mucho este poema Israel, es un poema a nuestro observador, eso, deberiamos obserbarnos mas de cerca, sentir nuestra propia presencia y ausencia. Me ha maravillado en su totalidad. E. R. A.

[Pilar Morte]

Me gustó todo el poema pero me quedo con la segunda estrofa. Preciosos versos
Abrazos
Pilar

[Allen Rambó]

Increíbles imágenes. Buen poema.

[Óscar Distéfano]

Encantado de haberte leído, compañero. Este poema trasmite una honda conciencia existencial. Hay que ser valiente para enfrentar nuestros demonios. Valioso.

Un abrazo grande.
Óscar

[Pablo Ibáñez]

Israel,

me gustan mucho estos paseos tuyos por el lado salvaje. Me gustaría tener la capacidad de escribir algo parecido, yo, el remilgado. Y me gustaría porque en ellos practicas un tipo de realismo sucio que no cae en el facilismo, sino que explora el lenguaje y las imágenes con ambición y categoría.

Un abrazo, amigo.

[Raul Muñoz]

Un poema valiente, de una belleza sincera y noble. Comienza donde ya no se hallan palabras, entonces, si el poeta es valiente; se vuelve y empieza a hablar. Cuando creemos que no hay nada que decir, es entonces, cuando comenzamos a hablar de verdad. Así nos hablas, Israel, siempre he valorado esa integridad en las personas.

Mi enhorabuena y gracias por compartir, por dejarnos escuchar tu soliloquio.

Un fuerte abrazo.

[María José Honguero Lucas]

Muy bueno Israel, el final es redondo, ha sido un placer leerte.
Un abrazo

[Manuel Alonso]

Me ha gustado mucho Isarael, la retrospección y el análisis interno del hombre que deambula por la ciudad, plenamente ebrio, que se encuentra, y al final prefiere abrir otra cerveza. Un placer amigo y un abrazo.

[Hallie Hernández Alfaro]

En el mejor estilo de tu poética inteligente, querido Israel. Pureza, primeros planos, fuerza arrodallora y alto poder de evocación.

Enhorabuena y un abrazo grande.

[Marius Gabureanu]

Admiro la precisión de tus versos, es como un poema urbano, pero más profundo. Creo que Hallie ha definido muy bien lo que hizo que la lectura de este poema sea una experiencia recomendable. Recibe mis abrazos sinceros, amigo.

[Armilo Brotón]

Muy buen poema Israel. Todo un gusto haber pasado por tus versos.

Recibe un cordial saludo.

[Carmen López]

Me gustó Israel, me gustó este paseo a corazón abierto, con ese que también somos con unas cuantas cervezas en el cuerpo. Te dejo mi admiración y un abrazo grande.

Carmen

[Rafel Calle]

Hermoso e interesante poema de Israel.

[Israel Liñán]

Desde la periferia de la misma vida
observo las ondas de luz
en su esplendor,
y las bocanadas de dióxido
amplían la pesadez
que de mis párpados
al sonido celeste de las tragaperras
esparcen en quintos y tercios.

Tatúo cuarenta decepciones en la espalda,
y de la imagen
queda la duda de un pasado que soñó en futuro,
y un presente difuso:
polvos sin ángeles
ni arcángeles.

El sabor del infierno se destila
de la sangre del espejo,
la misma que surca perfecta
la muñeca del cobarde,
densa y oscura melaza
de fracasos y olvidos.
Y como un dios senil que orina en los ascensores,
canturreo rabiosas letanías por las aceras,
mientras vuelan,
sucias,
las gaviotas,
sobre los tejados del profeta.

Reconozco entonces el esperpento
travestido de adjetivos,
de demagogias y tristezas,
y observo con ojos comatosos
mi sombra en el asfalto.

Ensancho el espíritu, el Nirvana se acerca,...


... abro la consciencia de la propia estupidez...






... mejor abro otra cerveza.

la periferia es la esquina del ojo, dificil ver, pero sabemos que la espalda ve por menos hasta los 80 años. Me gusta mucho este poema Israel, es un poema a nuestro observador, eso, deberiamos obserbarnos mas de cerca, sentir nuestra propia presencia y ausencia. Me ha maravillado en su totalidad. E. R. A.

Gracias ERA, por la reflexión y por comentar este poema con el cariño que pones siempre en tus palabras.

Un abrazo, amiga.