F. Enrique escribió: El poema, Hallie, me ha parecido impresionante, bellísimo y lleno de consistencia.
Un abrazo.
Agradezco mucho tu atención y lectura, amigo.
Gracias siempre por la valiosa compañía.
Abrazos.
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
F. Enrique escribió: El poema, Hallie, me ha parecido impresionante, bellísimo y lleno de consistencia.
Un abrazo.
Gerardo Mont escribió:Cuando leo un buen poema por primera vez, me eleva, luego en una segunda lectura busco voluntariamente tierra; y en la tercera ya he aterrizado...Pero te confieso que llevo más de tres lecturas de este poema y siga volando tras su riqueza, asido a la belleza de sus trazos. Eres genial amiga. Un gran abrazo para ti y los tuyos.
Bellísimo y excelente poema. Mi felicitación sincera.Hallie Hernández Alfaro escribió:.
Me faltas.
Divido el sauce en lágrima y hoja,
no puedo evitar que la corteza parodie mis escudos vencidos.
Se muere el domingo sin poder talar la abreviatura de la pena,
sin sacar tus iniciales del árbol caído, del corazón-rasguño.
En la trastienda del día, en el bosque empecinado,
en las órbitas que te abrazan, en la asimetría del poema incompleto.
En Régulus y su astronómica fragilidad,
en los ojos ajenos que te viven, en las bestias perdidas de Lacan.
Me faltas.
La ceguedad de la hoguera alucina los cristales
para divisarte aunque no pueda.
Tu sombra hace beso en la verdad de mis espejos.
Siento tu mirada en la mortecina labia de los textos vespertinos,
en su escueta anatomía de huesos ajusticiados.
Duele este agrio quehacer del capricho, su modus operandi,
el bochorno de su vacua entelequia.
A veces creo ver un resquicio de luz en el atrio de Penélope.
Rafel Calle escribió:
Me faltas.
Divido el sauce en lágrima y hoja,
no puedo evitar que la corteza parodie mis escudos vencidos.
Se muere el domingo sin poder talar la abreviatura de la pena,
sin sacar tus iniciales del árbol caído, del corazón-rasguño.
En la trastienda del día, en el bosque empecinado,
en las órbitas que te abrazan, en la asimetría del poema incompleto.
En Régulus y su astronómica fragilidad,
en los ojos ajenos que te viven, en las bestias perdidas de Lacan.
Me faltas.
La ceguedad de la hoguera alucina los cristales
para divisarte aunque no pueda.
Tu sombra hace beso en la verdad de mis espejos.
Siento tu mirada en la mortecina labia de los textos vespertinos,
en su escueta anatomía de huesos ajusticiados.
Duele este agrio quehacer del capricho, su modus operandi,
el bochorno de su vacua entelequia.
A veces creo ver un resquicio de luz en el atrio de Penélope.
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Muy bello trabajo, amiga Hallie, que contiene muchos aditamentos necesarios para elaborar un poema de calidad.
Obviamente, rememoras tu pertenencia a la estela evolucionista de Alaire. Estás consiguiendo una poética melódicamente seductora, salpimentada de cultismos, con mucha riqueza semántica y, sobre todo, con una gran exactitud en la combinación idiomática; cada palabra tiene una función determinada, todo tiene un porqué. Vale decir: poesía con su cuota de importancia, con un sello personalísimo, tras un planteamiento y su desarrollo muy interesantes desde el punto de vista literario.
He esperado hasta que me ha sido posible, para comentar esta obra, porque antes quería saber la opinión de los compañeros. La coincidencia es general, se trata de un buen poema.
Ha sido un placer leerte. Felicidades, compañera.
Un fuerte abrazo.
Begoña Egüen escribió:Bellísimo y excelente poema. Mi felicitación sincera.Hallie Hernández Alfaro escribió:.
Me faltas.
Divido el sauce en lágrima y hoja,
no puedo evitar que la corteza parodie mis escudos vencidos.
Se muere el domingo sin poder talar la abreviatura de la pena,
sin sacar tus iniciales del árbol caído, del corazón-rasguño.
En la trastienda del día, en el bosque empecinado,
en las órbitas que te abrazan, en la asimetría del poema incompleto.
En Régulus y su astronómica fragilidad,
en los ojos ajenos que te viven, en las bestias perdidas de Lacan.
Me faltas.
La ceguedad de la hoguera alucina los cristales
para divisarte aunque no pueda.
Tu sombra hace beso en la verdad de mis espejos.
Siento tu mirada en la mortecina labia de los textos vespertinos,
en su escueta anatomía de huesos ajusticiados.
Duele este agrio quehacer del capricho, su modus operandi,
el bochorno de su vacua entelequia.
A veces creo ver un resquicio de luz en el atrio de Penélope.
Un beso, Poeta.
BEGOÑA.
Hola, Hallie, Creo que Rafel ha hecho un una crítica exacta de tu poema (al margen de la estela evolucionista de la que no estoy al tanto), así que suscribo y te felicito.Hallie Hernández Alfaro escribió:.
Me faltas.
Divido el sauce en lágrima y hoja,
no puedo evitar que la corteza parodie mis escudos vencidos.
Se muere el domingo sin poder talar la abreviatura de la pena,
sin sacar tus iniciales del árbol caído, del corazón-rasguño.
En la trastienda del día, en el bosque empecinado,
en las órbitas que te abrazan, en la asimetría del poema incompleto.
En Régulus y su astronómica fragilidad,
en los ojos ajenos que te viven, en las bestias perdidas de Lacan.
Me faltas.
La ceguedad de la hoguera alucina los cristales
para divisarte aunque no pueda.
Tu sombra hace beso en la verdad de mis espejos.
Siento tu mirada en la mortecina labia de los textos vespertinos,
en su escueta anatomía de huesos ajusticiados.
Duele este agrio quehacer del capricho, su modus operandi,
el bochorno de su vacua entelequia.
A veces creo ver un resquicio de luz en el atrio de Penélope.
Mariano García escribió:Hola, Hallie, Creo que Rafel ha hecho un una crítica exacta de tu poema (al margen de la estela evolucionista de la que no estoy al tanto), así que suscribo y te felicito.Hallie Hernández Alfaro escribió:.
Me faltas.
Divido el sauce en lágrima y hoja,
no puedo evitar que la corteza parodie mis escudos vencidos.
Se muere el domingo sin poder talar la abreviatura de la pena,
sin sacar tus iniciales del árbol caído, del corazón-rasguño.
En la trastienda del día, en el bosque empecinado,
en las órbitas que te abrazan, en la asimetría del poema incompleto.
En Régulus y su astronómica fragilidad,
en los ojos ajenos que te viven, en las bestias perdidas de Lacan.
Me faltas.
La ceguedad de la hoguera alucina los cristales
para divisarte aunque no pueda.
Tu sombra hace beso en la verdad de mis espejos.
Siento tu mirada en la mortecina labia de los textos vespertinos,
en su escueta anatomía de huesos ajusticiados.
Duele este agrio quehacer del capricho, su modus operandi,
el bochorno de su vacua entelequia.
A veces creo ver un resquicio de luz en el atrio de Penélope.
Recibe un cordial saludo.
J. J. M. Ferreiro escribió:Siento quede me haya pasado esta maravilla de "Penélope". Un poema trufado de las más exquisitas imágenes, para dar esa fuerza y originalidad tan características en tu poesía.
Bicos
Ventura Morón escribió:Es tan hermoso ese llorar por dentro del árbol, su savia parece tomar el camino contrario y baja a las raices, derramando esa falta, esa ausencia que nombra al amado en la espera, tejiendo los vacíos, anidando en la ilusión de la vuelta.
Me ha hecho ilusión comprobar que aun no había escrito en tu bello poema, a pesar de haber pasado varias veces con poco tiempo. Me permite venir de nuevo, y disfrutarlo de manera especial. Hermoso en toda su plenitud, Odiseo no imagina el universo que le espera.
Besos grandes querida poeta
Agradezco tu paso amabilísimo, Judit.J. Paz escribió:De una belleza y sensibilidad enormes. Hermosísimos versos, Hallie. Genial el cierre.
Un fuerte abrazo,
Judit