Gracias, Pepa...es un precioso comentario, gracias por pasarte.Josefa A. Sánchez escribió:Tanta vida en los versos que casi son orgánicos. Es un lujo leerte.
Un abrazo.
Pepa
Un abrazo grande.
Carmen
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Gracias, Judit aprecio mucho el que me leas, muy feliz semana para ti.J. Paz escribió:Me ha encantado este poema, Carmen, lleno de versos luminosos y sonrientes. Un placer de lectura. Un abrazo y muy feliz semana,
Judit
Pues sí, tienes toda la razón, quizás Vivaldi le hubiese sentado mejor...pero, en el coche esa mañana sonaba Bach y su adagio in C. Aprecio mucho tus lecturas, Ramón, te lo agradezco.Ramón Carballal escribió:Todo un concierto de bellas imagenes. Un poema para leer, quizá, mientras se escucha a Vivaldi. Felicidades e unha aperta.
Gracias por tu paso, Pilar, me alegra si te gustó este concierto.Pilar Morte escribió:Me he adentrado en el poema con gran expectativa, que he visto cumplida. Un poema muy hermoso.
Besos
Pilar
Gracias, Miguel Ángel, a mí me ha gustado verte entre mis cosas, te agradezco mucho tus siempre amables comentarios para estas cosas que yo escribo.Miguel Ángel Martínez Góm escribió:Me ha gustado mucho el poema, Carmen.
Se lee con mucha fluidez y se disfruta porque está lleno de una belleza sensible que te atrapa.
Un abrazo fuerte y mi enhorabuena.
Gracias, Manuel, ese es mi verso preferido, te agradezco mucho tu paso y tu amable comentario.Manuel Alonso escribió:Un poema hermoso y algo que no es el hombre está en gracias, con versos espléndidos como éste. Un placer amiga Carmen, un abrazo.
Carmen López escribió:Las nubes rosicler como espuma inquieta
bruñidas por el aire,
se perfilan en el agua del pantano,
donde el sol es un concierto fluorescente entre las piedras,
y sus rayos flechas salidas de un carcaj.
La caléndula está enamorada de sus pétalos,
dice que la alegría no sabe deshojarse,
todos los pájaros trinan amor en las copas de los árboles,
los almendros y cerezos se desnudan de flores y pintan el camino,
mientras la templanza agita la mañana como ensueño o bruma.
Algo que no es del hombre está en gracia,
una respiración natural y armónica
como una música de Bach que el bosque interpreta a modo de defensa,
sin embargo una paz del espíritu al alcance de todos
brota del arroyo y dice - en su constancia - primavera.
La eternidad es este instante, estoy segura,
este instante menudo sin palabras,
el equino dibuja un trote lento entre la hierba,
y el viento silba entre las hojas su leve susurro,
mientras un nombre acompaña , dulcemente, mi sombra.
Espléndido poema, Carmen, la construcción por la palabra poética del paisaje natural como trasunto de un equilibrio interior, la construcción de una Naturalza en armonía, que se embebe de sí como defensa ante los embates del desorden, desorden casi siempre humano, que desconoce que la mejor manera de no deteriorar lo natural es formar parte de él. Me ha encantado leerte, amiga.Carmen López escribió:Las nubes rosicler como espuma inquieta
bruñidas por el aire,
se perfilan en el agua del pantano,
donde el sol es un concierto fluorescente entre las piedras,
y sus rayos flechas salidas de un carcaj.
La caléndula está enamorada de sus pétalos,
dice que la alegría no sabe deshojarse,
todos los pájaros trinan amor en las copas de los árboles,
los almendros y cerezos se desnudan de flores y pintan el camino,
mientras la templanza agita la mañana como ensueño o bruma.
Algo que no es del hombre está en gracia,
una respiración natural y armónica
como una música de Bach que el bosque interpreta a modo de defensa,
sin embargo una paz del espíritu al alcance de todos
brota del arroyo y dice - en su constancia - primavera.
La eternidad es este instante, estoy segura,
este instante menudo sin palabras,
el equino dibuja un trote lento entre la hierba,
y el viento silba entre las hojas su leve susurro,
mientras un nombre acompaña , dulcemente, mi sombra.
Gracias Hallie tarde, pero, muchas gracias siempre por tu aliento.Hallie Hernández Alfaro escribió:Sube para deleite de todos.
ROBERTO LÓPEZ escribió:Carmen López escribió:
Claro que sí, Carmen: la eternidad es ese momento, ese presente eterno.
Abrazos.