Óscar Distéfano escribió:Ventura Ramos López escribió:
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Tan vastas eran sus manos,
se derramaban sus mansas laderas a morir,
a morir en sus blandos ocres, bajo la mar inaudita,
una mar completa, grávida del arrobo de esta exultante arena ,
arena húmeda bajo los tejados transparentes
que bramaban en su nombre de piel sedienta.
Se hundían en hebras jugosas,
constelaciones ilimitadas, enredaderas del ayer,
puertas de toda noche,
cal naranja que un beso a la primavera diera.
Cualquiera diría que a los dados
con los astros jugar pudieran.
Rueda en su inmensidad mi alma,
rueda en sus dunas, y yo estoy a su espera.
Una espera ávida a sus sedosos pastos,
a que un maná azafrán, en su roce, me lloviera.
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Cargado de emoción, puedo asegurarte que has logrado un poema traslúcido que, sin embargo, sólo deja entrever la profundidad de su magia. No podría decirte con propiedad cuál es el elemento que lo convierte en un poema diferente, que se eleva sobre la "normalidad". Quizás sea el contenido: esa mirada casi fetichista de las manso; o quizás la riqueza de sus detalles retóricos, que le proporcionan un ritmo que acompaña los movimientos sensuales de una mano en plena tarea amatoria. En fin, amigo, tu poema es hermoso y crea el placer estético suficiente como para felicitarte y darte las gracias.
Un abrazo grande.
Óscar
Gracias Oscar, amigo por tu generosidad, es un placer atravesar tu lectura, encontrar los matices que desencadenan que estas letras te hayan gustado. Me alegra mucho. Un placer que estés estimado poeta.
Un fuerte abrazo