El hombre que leía a Cátulo

[Ignacio Mincholed]

Felicidades Josefa. Por ahí andan las claves, “allá tras la mirada”.
Mira que miramos, y qué poco vemos.

Un abrazo.
Ignacio

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Pablo, por estar ahí. Si pudiera leerlo...
Un abrazo.
Pepa

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Marisa, por acompañarme en este recuerdo.
Un abrazo.
Pepa

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Rosa, por venir y dejar un poco de tu luz.
Un abrazo.
Pepa

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Raul, por tu generosa presencia en mis letras.
Un abrazo.
Pepa

[C.P. Fernández]

Un maravilloso homenaje, Pepa.

Un abrazo.

[Ventura Morón]

Precioso este recuerdo que viene desde el mundo de los sueños, alí, donde nada desaparece, es más, parece que las cosas cogen su escala y quizás tambien su lógica dentro de unos parámetros más ligados a las emociones y los recuerdos.
Un beso Pepa, me encantó el poema en memoria de este gran poeta

[J. Paz]

Una maravilla, Pepa, de las tuyas. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana.

Judit

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Oscar, por la valoración tan positiva que haces del poema. Si ves aquí admiración por el poeta y la persona, es que he logrado trasmitir lo que siento.
Un abrazo.
Pepa

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Carlos, por pasar y dejar tu amable huella.
Un abrazo.
Pepa

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Hallie, por esos aplausos, que me llegan cálidos y cargados de cariño.
Un abrazo.
Pepa

[J. J. Martínez Ferreiro]

Qué homenaje más entrañable, querida amiga!!!!

Ahí permanecerá nuestro siempre recordado Ramón, en los parques infinitos de la literatura.

Un bico moi grande, Pepiña.

[Macedonio Tracel]

no es un pobre homenaje Pepa. Es un sentido y exquisito poema lleno de afecto, con un delicado equilibrio, sobrio y a la vez henchido de poesía, manejando los recursos con la potencia que permite llevar una nota a la mínima expresión cuando se ha preparado todo para que sea escuchada, para expresar el juego de la delicadeza.
excelente

[Macedonio Tracel]

no es un pobre homenaje Pepa. Es un sentido y exquisito poema lleno de afecto, con un delicado equilibrio, sobrio y a la vez henchido de poesía, manejando los recursos con la potencia que permite llevar una nota a la mínima expresión cuando se ha preparado todo para que sea escuchada, para expresar el juego de la delicadeza.
excelente

[Josefa A. Sánchez]

Gracias, Iganacio. Ya sabes: sonrío.
Un abrazo.
Pepa