El frio, que al posar sus copos en mi alma

[curra anguiano]

Resucita la mañana, con los restos de unos sueños, que no se quieren marchar,

que abrazando a un suspiro y a un recuerdo, no quieren hoy pensar,

halo de un miedo marchito, de tono arrugado, que no quiso saltar,

un cuadrado deforme, castillo alado de un credo, que no se explica bien.




Ese caballo de barro, que existe en sus pasos y palidece en su fin,

ese cielo impar, de tablas adornadas con palabras de adiós,

esa casa de humos, los cuerpo que no llegan y las palabras dispensadas,

discursos, conjurados por los cielos que en su forma me hablan a mi.




El frio, que al posar sus copos en mi alma, entiende la forma del gris,

y en el paseo de sus ausencias, recorre insensato el camino de un no,

y pesando, sin medir, sustenta los egoísmos de un vivir y la necesidad,

el puente con grietas, que sin mentir, da y ofrece agujeros por tapar.




Y mi alma de viernes, que el dolor, pone a escribir,

y entiende hoy, mil sentencias que no quiso oír,

y descubre de las magias el fin,

y sujeta ese beso y un crucifijo para intentar no morir,

intrépida y aun valiente se adentra en su vivir,

sabiendo que es difícil volver a querer así

y sabiendo que hará de esta historia un verso,

para el mas hermoso poema de su escribir.

[E. R. Aristy]

Resucita la mañana, con los restos de unos sueños, que no se quieren marchar,

que abrazando a un suspiro y a un recuerdo, no quieren hoy pensar,

halo de un miedo marchito, de tono arrugado, que no quiso saltar,

un cuadrado deforme, castillo alado de un credo, que no se explica bien.




Ese caballo de barro, que existe en sus pasos y palidece en su fin,

ese cielo impar, de tablas adornadas con palabras de adiós,

esa casa de humos, los cuerpo que no llegan y las palabras dispensadas,

discursos, conjurados por los cielos que en su forma me hablan a mi.




El frio, que al posar sus copos en mi alma, entiende la forma del gris,

y en el paseo de sus ausencias, recorre insensato el camino de un no,

y pesando, sin medir, sustenta los egoísmos de un vivir y la necesidad,

el puente con grietas, que sin mentir, da y ofrece agujeros por tapar.




Y mi alma de viernes, que el dolor, pone a escribir,

y entiende hoy, mil sentencias que no quiso oír,

y descubre de las magias el fin,

y sujeta ese beso y un crucifijo para intentar no morir,

intrépida y aun valiente se adentra en su vivir,

sabiendo que es difícil volver a querer así

y sabiendo que hará de esta historia un verso,

para el mas hermoso poema de su escribir.

Me conmueve esa herida del corazón enamorado ante el rechazo. Destaco estos versos: «[-WEBKIT-CENTER]El frio, que al posar sus copos en mi alma, entiende la forma del gris». Dejo a los compañeros entrenados en métrica la cuestión de la rima, pero sí pude sentir su llanto melódico. Un placer leerte estimada Curra. ERA[/-WEBKIT-CENTER]

[curra anguiano]

Un millón de gracias Era, es un gusto tenerte cerca

[Raul Muñoz]

Me parece un poema muy bello en su simbolismo, plenamente ligado a una realidad o vigilia. En su conjunto una preciosa canción, la de una herida que busca florecer, y sin esperar nada a cambio ofrecernos la belleza.

Es curioso como del dolor puede surgir la belleza, parece contradictorio, pero en la poesía no existe la contradicción, este poema me parece un hermoso ejemplo.

Mi enhorabuena, Curra, por el trabajo de gran valor que compartes.

Un abrazo, amiga.

[curra anguiano]

raul, esta es la explicación que le he dado a quinteño , en su poema hermano :




curra anguiano escribió:



En silencio, siluetas conocidas del infierno,
parecen acercarse muy despacio, ese clavo ensangrentado,
ese dolor que incesante martillea y todo mi pánico
y esa paz de los etéreos, de los besos, de las manos,
ese sueño, que hoy vestido de marrón , ya casi no vi,
y mis ojos que se llenan de dolor y pierden su luz.

Ese juego, que engaña con los tiempos, esas esquinas,
y las lanzas, que con descaro, rompen de nuevo, las trozos de mi,
mil suplicas, cuatro tratos con la vida y un tu,
rodando los mil sueños del desván de los conjuros,
y tantos gritos que no acalla la paz y solo no quieren mas,
preparando al alma las maletas, se tiene que marchar.

Un susurro de una vida que aun circula, mis duendes,
y todas los milagros que en esa caja, mas grande, guarde,
pincelando en las entrañas un viernes en gris,
y todos los miedos que se esconden en el valor del rodar,
y todos los instantes con sedas, y lo que el tiempo espera,
y esa llave que esconde, lo que aun no guarde, y la vida.

Y ese cielo que hoy no quiere abrir, un calor lánguido del sol,
un tiempo que lento no tenga que correr, una promesa de olor,
una mañana que hoy no llega, y una fuerza que no sabe venir,

y mi noche que asustada acurruca ternura y dolor



Como ignorante que soy, no sé si pertenece a tu vida, o por el contrario es fruto de tu talento.
Fuere lo que fuere, no dejas indiferente cuando se te lee...
Mi felicitación por el chorro de imágenes que siempre dejas en tus poemas.
Un gran abrazo.

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curra anguiano



Registrado: 21 Nov 2014
Mensajes: 573


MensajePublicado: Vie, 23 Ene 2015 22:08 Título del mensaje: Responder citando Editar/Borrar este mensaje


tengo la suerte de poder contestar que tengo una enfermedad que provoca grandes dolores en brotes y ayer comenzó una crisis, las imágenes de ternura corresponden a la visita de mi amigo soñado, y la gran pregunta de mi alma es si el, podrá vencer a mi dolor, o su ausencia terminara con la relación.
al final de la noche escribí otro poema en el que le daba como perdedor.

Los médicos en la unidad del dolor me pidieron que escribiera sobre el para ayudar a otras personas con grandes dolores.
es el relato del dolor mismo

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curra anguiano



Registrado: 21 Nov 2014
Mensajes: 573


MensajePublicado: Vie, 23 Ene 2015 22:14 Título del mensaje: Responder citando Editar/Borrar este mensaje Borrar este mensaje


Resucita la mañana, con los restos de unos sueños, que no se quieren marchar,

que abrazando a un suspiro y a un recuerdo, no quieren hoy pensar,

halo de un miedo marchito, de tono arrugado, que no quiso saltar,

un cuadrado deforme, castillo alado de un credo, que no se explica bien.




Ese caballo de barro, que existe en sus pasos y palidece en su fin,

ese cielo impar, de tablas adornadas con palabras de adiós,

esa casa de humos, los cuerpo que no llegan y las palabras dispensadas,

discursos, conjurados por los cielos que en su forma me hablan a mi.




El frio, que al posar sus copos en mi alma, entiende la forma del gris,

y en el paseo de sus ausencias, recorre insensato el camino de un no,

y pesando, sin medir, sustenta los egoísmos de un vivir y la necesidad,

el puente con grietas, que sin mentir, da y ofrece agujeros por tapar.




Y mi alma de viernes, que el dolor, pone a escribir,

y entiende hoy, mil sentencias que no quiso oír,

y descubre de las magias el fin,

y sujeta ese beso y un crucifijo para intentar no morir,

intrépida y aun valiente se adentra en su vivir,

sabiendo que es difícil volver a querer así

y sabiendo que hará de esta historia un verso,

para el mas hermoso poema de su escribir.



Quinteño, esto es lo que mi mente concluyo que sucedería
Y te lo contare, pero tiene pinta que será lo que sucedera

[Raul Muñoz]

Curra, amiga, vuelvo a tu poema para dejarte una canción, que espero que te haga compañia.

¡Venceremos!

[curra anguiano]

un millón de gracias ... te regale un poema con sus hermosa letras