Huérfano.

[Andres Gutierrez]

Buenos días! Mi nombre es Andres, tengo 19 años, y me presento porque hace muchos meses no entro por aquí, y seguramente nadie me recuerde. Siempre he escrito poemas, pero esta vez, quise empeñarme en un cuento. Deseo que tomen un poco de su tiempo para leerlo, y que les sea de gusto. Abrazos..!





Huérfano.

Con un ceño pensativo casi en llanto, observa el techo rasgado y húmedo. El atardecer y la lluvia inundaban anaranjados trastes que temblaban sobre los charcos, mientras la ventisca soplaba hojas y ramillas hacia las baldosas resquebrajadas de la entrada de su hogar. Y seguía mirando el techo con los ojos soñolientos como si fuese un horizonte infinito. La luz se escabullía entre los huecos que dejaban los tablones rajados de las paredes. Relucía un ámbar cristalino alrededor de sus pupilas. Hacia la noche solamente le quedaba esperar hasta dormirse sintiendo el raspar entre las maderas de una leve brisa que aliviaba el hedor del cuarto escurriéndose hasta llegar a sus pies descubiertos. El techo desaparecía de tan oscuro, y él aún lo miraba. Crujía cada rincón de la habitación. Caía el polvo sobre su frazada de lana como pequeños granos de tierra seca que se desprendían de la cubierta del techo, como si fantasmas los sacudieran. Escuchaba afilados chillidos de murciélagos, que a menudo volaban en el cuarto hasta hallar un escondrijo donde ocultarse, había bastos escondites en tanto desorden. Y en algunas noches insomnio, en silencio lo miraban, como diminutas luciérnagas inmóviles que alumbraban un instante y luego se apagaban.
Hablo de tal soledad. De aquella que pocos descubrieron al dejar la puerta sin cerrar. Con cerrar los ojos y ver lo mismo. El soplo áspero del viento. Cuando lo único que se siente es el frío, de cada ave en su nido. Al extrañar un ladrido, o la perilla girando de una madre que viene a despedirse, hacia la noche. Pero no para siempre. No para siempre, susurraba el niño hasta dormirse.
Inocente niñez la que creía. Si la luna lo alumbraba, para que Dios lo encuentre, recogiendo flores del jardín para llevarse, cerca de aquí. Cerca de aquí, en los cielos. Las huellas en el patio, de las botas de su padre, se cubrían de barro en cada llovizna.
Con el último susurro, vio esclarecer el cielo durante un instante. Segundos luego, un trueno ensordeció la pradera. Se alarmo por el galope atolondrado de varios caballos, que a una vez le recordaban. La noche que quedo solo.. Si sueña o no, le es lo mismo. Y como un puño, el viento, sacudió la puerta hasta abrirla. Como si alguien lo echara de allí. En llanto, se golpeo con las paredes, y huyó del cuarto.
Su sombra se hizo enorme al salir. Cada recuerdo le caía una y otra vez, por ambas mejillas.
A débiles tropiezos, corriendo logro escapar. Por el frío le ardía el aire en su garganta mientras tosía afligido. Y entre el frágil llanto y los leves suspiros, se desplomo en el suelo. Dio la vuelta y sacudió su cabeza hasta sacarse el barro, revolcándose por la picazón de la hierba, desesperado como si se ahogara. Un golpe de aire, lo dejo en calma. Observaba el cielo, viendo miles de ojos que lo miraban. No eran murciélagos, eran blancos, brillantes y cada vez más de cerca. Se alumbraron sus ojos por completo. Y arrodillado en la hierba con las manos frías, el cielo le gritó, los campos se iluminaron y el gritó aún más fuerte.
-¡Piedad!

[Hallie Hernández Alfaro]

Magnífico relato, Andrés. La fuerza emocional, las imágenes, la tensión narrativa, lo hacen sólido y muy bello.

Bienvenido seas a este lado de Alaire; veo que eres un autor muy joven y talentoso, te animo a que leas y comentes también los valiosos aportes de los compañeros.

Saludos cordiales y gracias por compartir.

[Andres Gutierrez]

Muchas graacias! Con gusto, en un rato me paso por sus publicaciones!

[Marisa Peral]

[quote="Andres Gutierrez"]

Felicidades por el relato Andres y por esa juventud maravillosa.
Como dice Hallie, lee, lee mucho porque es un aprendizaje estimulante y efectivo.
Bienvenido a Alaire y disfruta.

[Andres Gutierrez]

Felicidades por el relato Andres y por esa juventud maravillosa.
Como dice Hallie, lee, lee mucho porque es un aprendizaje estimulante y efectivo.
Bienvenido a Alaire y disfruta.

Muchas gracias, si, no leo tanto como deberia, pero en algunos ratos me detengo, muchos estudios ensima, me falta tiempo libre! Abrazo!