un pregón insensato a la luz que crepita,
el exquisito sabor de los besos,
verdes alegres, orgullo y miedo
arcoíris empañados en ternura,
ese corazón de nuevo compartido, latiendo
un fragor, elixir de mis banderas, batiendo alas,
navegando en los cruces de un tal vez.
Sorpresas y susurros, que esconde un pasillo,
hogar que fue de la indigencia,
tal vez amor de un beso, o un beso sin amor,
complacencias, entonadas en los vientos sin explicar,
y una luna escondida, un abismo y el relámpago de una lagrima.
La canción de los espacios del tiempo,
emergencias explicadas, vino y ternura,
los que compran y lo que no tiene vender,
un corazón ahumado, tras el reflejo de sus sueños,
un hoy para correr los senderos, pintar ternura
y soñar disfrazada en lo que siento.