La cortina del baño

Cuentos, historias, relatos, novelas, reportajes y artículos de opinión que no tengan que ver con la poesía, todo dentro de una amplia libertad de expresión y, sobre todo, siempre observando un escrupuloso respeto hacia los intervinientes.

Moderador: Hallie Hernández Alfaro

Avatar de Usuario
María José Honguero Lucas
Mensajes: 555
Registrado: Vie, 31 Oct 2014 19:10

La cortina del baño

Mensaje sin leer por María José Honguero Lucas »

Hoy, por fin, he tenido el valor de volver a nuestro piso a por mis cosas. Estaba tan desangelado y solo que me ha recordado a esas películas neblinosas, donde nada es lo que parece y la luz es la única chispa de bondad que antecede a la desgracia. No sé si me entiendes, aunque tampoco importa.
He llevado un montón de cajas vacías, aunque no habían demasiadas pertenencias que quisiera conservar de nuestro encuentro, al final las he ido llenando todas como un autómata sin conciencia ni arrepentimientos. Ya lo ves, las intenciones nunca me han bastado cuando se trata de ti, ni tan siquiera en esta despedida a solas frente a un taquillón sin fotografías ni figuritas de comunión.
Cuando he entrado al cuarto una mitad de mundo se ha derrumbado frente a mis pies, de repente un "No digas que no" de Urquijo, de aquellas noches de insomnio, me ha retumbado en las sienes y un olor a madrugada enjaulado en tu pelo me ha amordazado allí mismo sin dejarme respirar.
He salido al balcón, a embadurnarme de aquel aire que supuestamente nos iba a durar de por vida, a mecerme en el vaivén de los naranjos y dejarme soñar con las risas de algún niño que nunca llevará nuestros escudos. Me he tumbado en el sofá esperando el sonido de una puerta que ya siempre permanecerá abierta y, más tarde, he curioseado el cajón de los tesoros para terminar de morir antes de la hora de comer.
Allí, en el fondo, bajo tantas cartas que he vuelto a escribirte con los ojos, sobre un chicle usado y al lado del álbum de momentos que me regalaste por nuestro único aniversario, estaba el lienzo doblado de nuestro amor eterno.
Tal vez para ti sea una insignificancia, pero yo he dejado resbalar una lágrima en honor al arte y la imaginación de aquella primera tarde.
Lo recuerdo tan nítidamente que he temido por un instante no ser o no estar en el lugar que creo que me corresponde.
Aquel día nos instalamos en estas cuatro paredes, éramos dos ilusos con un par céntimos en el bolsillo y el alma de punta, ¿recuerdas?. Nos anotamos en una servilleta todo lo necesario para nuestra nueva vida en común y salimos, tan decididos como enamorados, a comprar al chino de la esquina. No nos daba para más, pero la ilusión no hubiera podido caber en un cielo al completo.
Allí compramos esta cortina blanca, la más barata, humilde como nuestro amor sin más pretensiones que el propio amor, suficiente para guarecernos de los besos húmedos y los baños milimétricos. Y esa misma tarde, tras la mudanza y con una pizza sobre la alfombra, comenzamos a desbordarnos el alma sobre ella.
Allí, de mil colores, de mil sabores, dibujamos nuestras iniciales guarecidas por las curvas de corazones en celo, nos dedicamos frases propias y de otros, nos juramos, nos convencimos, nos imaginamos caminando al ras de un sentimiento indestructible. Allí inventamos una poesía propia, capaz de protegernos de todo y de todos.
Más tarde nos dio pena y decidimos guardarla, hubiera sido un crimen acabar con ese colorido derroche de creatividad tan pronto.
Debiera haberla roto en mil pedazos, haberla calificado de absurda y haberla lanzado al vertedero junto con tus labios. Pero no puedo. Además, quedó muy original.
La he guardado en una caja, junto a un puñado de calcetines y la freidora, he mirado atrás como un galán de película destronado y me he fugado de allí para no volver.
Y cuando he llegado a casa la he colgado en mi bañera, en la de mi piso sin ti, en mi vida sin ti. Eso sí, del revés, quiero que el agua sea la única culpable de diluir cuanto fuimos, yo no tengo valor.
Así, quizás, los recuerdos consigan algún día desvanecerse por completo y esa cortina vuelva a ser blanca, como antes de conocernos, como mucho antes de amarte.
Y nada duela demasiado como ahora.
Hallie Hernández Alfaro
Mensajes: 19647
Registrado: Mié, 16 Ene 2008 23:20

Mensaje sin leer por Hallie Hernández Alfaro »

Extraordinario, Maria José. El relato es generador de emociones fuertes, clavadas en la afectividad más pura y magistralmente expresada.

1. El título es un atisbo de lo que puede el talento consagrado. Nos lleva de la retina hacia un viaje íntimo, doloroso, amante.

2. Las imágenes se narran desde referentes universales, sin edad y con ella.

3. Hay encanto, mucho, en esa visita-huella-regresión. Más aplausos.

3. Sobresale en la narración tu poeta. Lirismo del bueno, que se sepa.

De pie para los aplausos, compañera.

Saludos cordiales y felicidad.
.
"He guardado la Luna en los cajones
por si vuelves de noche que te alumbre;
no te tardes, papá, que sin la lumbre
de tu amor no se encienden los fogones.'"

Esta cárcel sin ti, Ramón Olivares
Avatar de Usuario
María José Honguero Lucas
Mensajes: 555
Registrado: Vie, 31 Oct 2014 19:10

re: La cortina del baño

Mensaje sin leer por María José Honguero Lucas »

Hallie, subo el texto para agradecerte, pues no lo había hecho.
Te envío un abrazo por tu generosidad.
Responder

Volver a “Foro de Prosa”