LA NOCHE EN SU TRASPIÉ

Entre encajes y satén
glamorosa, desvestida,
duerme la noche en los brazos
del alba.
Punción de aliento que eriza
su piel
con el gélido rocío
acariciando los latidos.
El sereno
es hierba fresca
que exita
tales sábanas inmantadas.
Un ligero temblor
-susurro de doncella-
recorre el cuerpo inhibido
besando la faz del suelo.
Flota como en sueños
sobre un colchón de hojarasca
la ansiedad
que imita al viento
propagándose erudita
cual potra de nácar
en lenguas de agua y fuego.
Ya es tarde para pensar
¡no hay tiempo!
la escarcha se derrama calcina,
sobre los contornos tórridos.
En el valle del Cyan
la afrodisia del deseo
Se abre camino
por entre el bosque de cierzos
entregada en su fruto
a Eros,
que le rapta dionísíaco
la totalidad de los sentidos...
Y gimió
la diosa... noctámbula,
Una
y otra
y otra vez,
hasta estremecer
las copas de los árboles
vencidas,
que inclinadas espumaron
gota a gota,
su translúcida alborada
en gran climax.
MITSY GREY
Derechos reservados
Septiembre 2014