( poema para los niños de la calle)

Te miro sacudida por el viento
desprendida de la fortaleza de la vida.
Sola te encuentras, hoja perdida,
en un otoño que todo lo arrebata.
Desamparada, separada y sin rumbo
tu frágil ser se desprende en el silencio.
Llora la tarde, tu despedida
tibios rayos señalan tu partida.
Tu piel, tu luz, verdes colores,
se tiñeron de amarillo color oro.
Arrancada de tu sabia, de tu vida,
vas girando por las calles sin retorno.
Hoy te cruzas a mi paso indiferente,
deslizando tu mirada en desamparo.
Extiendo mis manos, quiero tocarte,
mientras la brisa te aleja suavemente.
Me asombro de pesar mientras te miro,
ignorando cual será tu última hora.
Hoja pequeña, hoja perdida,
conmueve tu soledad el alma mía.