Redención Oblicua

[E. R. Aristy]

REDENCIÓN OBLICUA

A Raymundo González, historiador dominicano
y a nosotros mismos

Cuando éramos niños,
Raymundo,
no sabíamos donde estaba la pluma del historiador,
en tu virgen voz,
en las cuerdas invisibles de violines
(tan ingenuos como tú y yo).
La canción de la hermandad
creyó la paz y creó esa emoción en la cumbre
y la raíz de la armonía.
Negarse la canción del nuevo día,
rendidos por la presión, endémico dolor,
esto no es, pero quisiera ser
una canción de amor,
una esperanza en medio del infierno,
un puente que nos permita
ir a consolar al humano monumento de duelo.

"Escucha (la) hermano", la canción de la alegría,
el lastre en la espalda es duro de ver,
pero cuanto más difícil es,
el miedo cede una pulgada más
en la garganta de los niños,
cuando todo dice "continúa",
nos acobarda el pago de un peaje incomprensible,
la deuda y el perdón son un caos insalvable,
¡ven!, canta,
¿por qué forzar la mano del destino?
¡ven!, canta,
la mano alcanza y rescata la paz de la devoradora
oscuridad que arde por las cuatro esquinas.

E. R. Aristy

[Hallie Hernández Alfaro]

REDENCIÓN OBLICUA


a Raymundo González, historiador dominicano
y a nosotros mismos

Cuando eramos nińos,
Raymundo,
no sabíamos donde estaba la pluma del historiador,
en tu virgen voz,
en las cuerdas invisibles de violines
(tan ingenuos como tú y yo),
la canción de la hermandad
creyó la paz, y creó esa emoción en la cumbre
y la raíz de la armonía.
Negarse la canción del nuevo día,
rendidos por las fuerzas, endémico dolor,
ésto no es, pero quisiera ser
una canción de amor,
una esperanza en medio del infierno,
un puente que nos permita
ir a consolar al humano monumento en duelo.

"escucha (la) hermano", la canción de la alegría,
el lastre en la espalda es duro de ver,
pero cuanto más difícil es
al miedo ceder una pulgada
en la garganta de los niños,
cuando todo dice: continúa,
nos acobarda el pago de un peaje incomprensible,
la deuda y el perdón son un caos insalvable,
ven! canta,
por qué forzar la mano del destino?
ven! canta,
la mano alcanza y rescata la paz de la devoradora
oscuridad que arde por las cuatro esquinas.




E. R. Aristy

Muy hermoso y contundente este aire que se hace exclamación y luz en tu poema, Roxane.

Un abrazo enorme; gracias por traernos tu palabra inteligente.

[F. Enrique]

Buen ejemplo de poesía epistolar que conduces de una manera cálida y cercana al dirigirte a un amigo que, por un momento, haces que lo conozcamos un poco. Hermoso, Era, con un mensaje claro que suscribimos.

Un abrazo.

[Rafel Calle]

Hermoso e interesante poema de Era.

[Pilar Morte]

Un poema inteligente y hermoso. Un gusto pasar por él y disfrutarlo
besos
Pilar

[Just Gafar]

Me encantan, estos poemas que cantan al recuerdo, ERA.

Dejo mi saludo.

[Mitsy Grey]

Cuatro esquinas de un lamento y un alma sola
en redención oblicua, que obliga a reveer todas
las cosas.
Un encanto de lectura, poeta! Enhorabuena.

Mitsy, abrazo.

[Ventura Morón]

Hay en tu palabra querida Roxane una melancolía valiente. Al atravesar estos recuerdos y volver a cuando aún parece que nada había pasado, se da uno cuenta que alguna de las cosas principales estaban ya presentes, y volver la mirada es no olvidar que lo que fue posible de alguna forma nos pertenecerá siempre.
Un gusto siempre leerte poeta.
Besos

[E. R. Aristy]

REDENCIÓN OBLICUA


a Raymundo González, historiador dominicano
y a nosotros mismos

Cuando eramos nińos,
Raymundo,
no sabíamos donde estaba la pluma del historiador,
en tu virgen voz,
en las cuerdas invisibles de violines
(tan ingenuos como tú y yo),
la canción de la hermandad
creyó la paz, y creó esa emoción en la cumbre
y la raíz de la armonía.
Negarse la canción del nuevo día,
rendidos por las fuerzas, endémico dolor,
ésto no es, pero quisiera ser
una canción de amor,
una esperanza en medio del infierno,
un puente que nos permita
ir a consolar al humano monumento en duelo.

"escucha (la) hermano", la canción de la alegría,
el lastre en la espalda es duro de ver,
pero cuanto más difícil es
al miedo ceder una pulgada
en la garganta de los niños,
cuando todo dice: continúa,
nos acobarda el pago de un peaje incomprensible,
la deuda y el perdón son un caos insalvable,
ven! canta,
por qué forzar la mano del destino?
ven! canta,
la mano alcanza y rescata la paz de la devoradora
oscuridad que arde por las cuatro esquinas.




E. R. Aristy

Muy hermoso y contundente este aire que se hace exclamación y luz en tu poema, Roxane.

Un abrazo enorme; gracias por traernos tu palabra inteligente.

Gracias Hallie, un beso. Roxane

[enrique sanmol]

Rescato este bello poema de redención, dedicado a Raymundo González, de quien nada sé salvo este homenaje...

Un cordial saludo

[Ramón Castro Méndez]

Muy hermoso este poema que, en forma de recuerdo, preñado de nostalgia, trae el pasado al presente. Lo dicho una preciosa evocación y un placer de lectura.
Un abrazo con afecto.

[Rafel Calle]

Arriba con este tan bello como interesante trabajo, amiga Era.
Abrazos.

[J. J. Martínez Ferreiro]

“pero quisiera ser
una canción de amor,
una esperanza en medio del infierno,
un puente que nos permita
ir a consolar al humano monumento en duelo.

………………………………..
¡ven!, canta,
¿por qué forzar la mano del destino?
¡ven!, canta,
la mano alcanza y rescata la paz de la devoradora
oscuridad que arde por las cuatro esquinas”

Bello poema, muy bello, amiga Aristy, emocionado, nostálgico y esperanzador, escrito con mano firme y dominadora en las imágenes.

Me ha encantado de verdad, querida amiga.

Eso… todo un placer de lectura.

Bicos e saúde.

[Alejandro Costa]

Una locura preciosa.

Muy emotivo.

Me ha gustado.

Un beso.