J. J. M. Ferreiro escribió:Yo voy sintiendo el mundo
musitando los pasos
mientras cicatrizan los lirios
y baja de la lengua a mis pulmones
una ola de miel amarga
diluida en los cuerpos rotos de las abejas,
por eso
continuamente escupo alas de insecto
y el aguijón
de un veneno rendido fácilmente.
Yo voy sintiendo
el amor, empujando
con las manos en la luna,
arrastrando a la pleamar
la espuma de tus pechos blancos.
Cuando estoy abatido
saqueo las ciruelas de la sombra
y acaricio el ruido de las playas,
trepidando en la arena
con una turbación fascinadora.
Honda emoción y lirismo. Tu poesía se mueve con el ímpetu de tu mar poético y en este poema las olas se suceden en armonías y arpegios de una partitura sinfónica. Me quedo, en esta mañana, con esa segunda estrofa tan cargada de sensualidad sugerida en la luna y los reflejos de la espuma de la pleamar. Con un abrazo.
Salud.