Cruces y desvaríos de un olvido extraviado en el adiós

[Vanesa Cordero]

Bosques de angustiosa complicidad,
de flores de madreselva encadenadas
a las cuerdas del arpa de mi mojado orgullo,
bosques de austeros encuentros, de venas malditas,
bosques de latidos hambrientos, de ausencias infinitas.

Adioses fracasos del tiempo,
adioses vertidos en los contoneos de una inquietud,
adioses de viento mermados en las dunas de mi fragilidad,
¡qué hermoso desfile de estrellas vírgenes vagabundas de odio!
¡qué ansiedad de suplicar un no al balbuceante olvido!
¡qué impotencia yace en la sombra inusitada
de los agrios colores de la madre desesperanza!

Mis manos escupen doctorados de agujas
almidonadas de envejecidos abrazos,
adioses de carne débil, de inhóspitas tentaciones,
despedidas de ariscas soledades,
adioses marginados de intactas caricias,
adioses que brincan en la muchedumbre
ambiciosa de sensaciones vanas,
adioses de sangre, frío y sed,
adioses yertos de rencor
engarzados en redondos perdones
malheridos de ausencia,
un atormentado gris tiniebla
nubla los abismos de un alma fúnebre y desvalida,
adioses de fuego,
de acalorados incendios de rabia incontenida,
de brumas de niebla ahogada en regazos
de inmadurez presa de colmenas de ansias de amar,
adioses dictadores de murmullos
ebrios de cordura maltratada.

Los tibios colores de la luna
engendran mi amargura,
maldita humanidad vaga y cobarde,
que rehúye de abrirse el pecho, de romperse la camisa,
por vivir prisionera en los torneados brazos del miedo,
asfixiada por el humo espeso de la insolente quietud
de un suspiro amedrentado en los límites de un coraje incierto,
respirar cansado de pulmones dolidos de mortificadas promesas,
adioses disfrazados de versos de Neruda, adioses de insulto,
y yo, y las llanuras del inmenso arenal de mi desierto,
y yo y mi fehaciente y mustio sinsabor extraño
en las lagunas turbias de este perturbado corazón,
y yo, arrinconada en el vértice inhumano de un eterno adiós
veo pasar los meses, días y años,
en los ojos lentos de un torpe y burdo calendario.

[Rafel Calle]

Hermoso poema de Vanesa.

[Ramón Carballal]

Tremenda fuerza la de este poema. Se siente la angustia de vivir en cada verso. Un abrazo.

[Vanesa Cordero]

Gracias de corazón por vuestras palabras y por sentir estas letras ahogadas de la desesperanza de noches en el hastío de la soledad y el miedo.

[Pilar Morte]

Tu poema es fuerte y se siente la desolación en cada verso. Gracias por compartir tu sentimiento.
Besos
Pilar

[Arturo Rodríguez Milliet]

Intensas imágenes impregnadas de emociones que asaltan, inmesericordes, al lector.
Estupendo poema.
Un abrazo de bienvenida.

[Raul Muñoz]

Hermoso y triste poema donde los versos suenan al batir de alas de un pájaro herido, que no logra levantar el vuelo, elevarse sobre los árboles del bosque y sentir la caricia del sol. Entran ganas de ir a ayudar, de entrar en el bosque. Lograste el objetivo en tu poema, conmover a otros. Por ello te felicito. Gracias por compartir tu poema.

Un abrazo.

[Vanesa Cordero]

Desde mi alma rota gracias por abrir vuestro sentir a mis humildes versos. Gracias por recostar el acariciar de vuestro palpitar en mis letras de insomnios y batallas perdidas. Un fuerte abrazo.

[Ventura Morón]

Sigue la enumeración un tracto condensado, denso, donde el cómputo son martillazos de tan sentidos. Un recuento que no libera un balance a la esperanza, pese a las letras vertidas que son en si mismas remos hacia la superficie. Consigues transmitir y llegan tus letras de poeta, antídoto que libera.
Besos, muy bello poema, un placer pasar por aqui