cuadro blanco... cuadro negro...
míra, yo me remuevo primero y me avanzo,
a lomos del albo equino.
¿ Que tú mueves en dos pasos al peón ?
bien, cuidado con el alfil,
que yendo así,
de perfil,
puedes quedar sin esposa.
Ya toda desmelenada, sigo trotando sin pausa
¡ se siente, atontado jerifalte, por mirarme,
te quedaste sin la torre !
Gibraltar es para mí.
¿Ah... que tú quieres Palestina... !
bueno... te daré una tregua,
no des pan, agua ni tierra,
róbales todo el petróleo, las escuelas,
la inocencia y las risas jugando al corro Manolo,
derstroza hasta las entrañas y arranca, saja, desguaza
a los hijos de mi fiel infantería que guardan,
primera fila , disfrazados de peones.
¿Jaque mate?
Aún ,me queda una torre que vigía,
el segundo en que cruza la patera,
y mi reina,
sin dudarlo,
vomita en el oleaje los sueños de libertad.
¡ Yo, ... me enroco... !
El asesino eres tú.

( Encuentro este poema denuncia trasteando mis papeles y encuentro también y desgraciadamente su plena actualidad. Mi mediterráneo sabe de esto, yo escucho)