Como estrella de acero que se enclava

[Annabel M. Zamora]

Te me apareces para removerme las entrañas,
irrumpes en fugaz tempura de ambrosía
y yo te permuto en cristal helado,
que es tu verdadera naturaleza,
que leo como estrella de acero que se enclava
en mi red solar.

No puedo negarte,
no quiero negarte,
te recibí como a un eclipse,
sorbos de tu oscuridad recorren mis venas,
no pediré más cirugía que te extirpe de mi dermis.

No quiero negarte,
no pediré más exorcismos.
Siento, lo siento, que mi respuesta sea la lágrima roja,
sea la palabra que retorna al bucle asomado al precipicio,
sea la cota de malla que es telón de mi corazón-flor:
pequeña ondulación sangrante desecada en las pupilas de los teatros cotidianos.

[Beatriz Ojeda]

Te me apareces para removerme las entrañas,
irrumpes en fugaz tempura de ambrosía
y yo te permuto en cristal helado,
que es tu verdadera naturaleza,
que leo como estrella de acero que se enclava
en mi red solar.

No puedo negarte,
no quiero negarte,
te recibí como a un eclipse,
sorbos de tu oscuridad recorren mis venas,
no pediré más cirugía que te extirpe de mi dermis.

No quiero negarte,
no pediré más exorcismos.
Siento, lo siento, que mi respuesta sea la lágrima roja,
sea la palabra que retorna al bucle asomado al precipicio,
sea la cota de malla que es telón de mi corazón-flor:
pequeña ondulación sangrante desecada en las pupilas de los teatros cotidianos.

Un bello poema.
Excelente!!!!!
Un placer conocerte.
Cariños
Beatriz.

[Annabel M. Zamora]

Muchas gracias por tu cálido comentario. Me alegra que te haya gustado.

Un abrazo.