Marco Antonio y Cleopatra.

[Manuel Alonso]

Gracias Ventura, eres muy amable, tus palabras me alagan mucho, pero no se si las merezco, sinceramente. Un abrazo, amigo.

[Rafel Calle]

Muy bello poema de Manuel.

[Begoña Egüen]

Tibia el agua resbala por las ingles de mármol,
suplicando la tentación azul de los deseos,
que como la luna, no influyen en el mar,
pero sí en la masa de los cuerpos.

En las termas, Marco Antonio y Cleopatra,
copulan entre niebla de vapores y túnicas de seda,
en copas de plata se embriagan con vino de Grecia.

Mañana perderán Egipto y la guerra de Accio.

Pasado, terminarán suicidándose:

Con su espada romana el general,
para agonizar en brazos de su amada.

Iras y Charmión, criadas de Cleopatra, acercan la cesta
De fruta, donde silba el áspid, a la alcoba de la reina.
La muerte de Cleopatra fue tan dulce como ella.
(la boca de los 10.000 hombres)

Se abren las ostras con parsimonia en las mareas,
y de noche cazan antílopes las hembras de los leones.

¿De la espada pasas al arco, o directamente al amor?

Magnífico, poema. Mi más sincera enhorabuena.
Un abrazo.
BEGOÑA.

[Manuel Alonso]

Muchas gracias Rafel, eres muy amable, un fuerte abrazo.

[Manuel Alonso]

Muchas gracias Begoña, eres muy amable, un abrazo.