El comprador de palabras

[Ramón Carballal]

Aunque hoy en día apenas escribo prosa, repasando papeles me encontré con este texto que escribí hace algunos años. Leyéndolo ahora me parece bastante curioso y me he dicho ¿por qué no lo compartes?

EL COMPRADOR DE PALABRAS

¿A cuánto vende las palabras, señor? A mi me interesan los monosílabos. Yo soy así de concreto. Todo lo contrario que mi hermano, a él solo le interesan las esdrújulas. Creo que somos un poco exclusivistas, no nos gusta mezclar agua y aceite. Tampoco somos muy partidarios de las frases largas. Es que dificultan la comunicación y el intercambio de pareceres. Estoy viendo en ese saquito un yo, un si, un no y un ya. ¿Por qué no pone un letrero con los precios, señor? ¿Desconoce la ley? ¿Ignora acaso que esta multado no dar publicidad al valor de las cosas? Me parece a mí que usted es un poquito como diría yo…, pillo. Sí, eso es, que pretende aprovecharse de los pobres e incautos compradores. Seguro que no desconoce, siendo la que es su profesión, que necesitamos las palabras, que sin ellas nos apagaríamos como un fósforo mojado. Se lo digo porque mi hermano preguntó ayer el precio de los tetrasílabos y vino muy alterado porque usted pedía una cantidad fuera en todo punto de los precios de mercado, y eso no está bien sabe ¿ No conoce la ley de la oferta y la demanda? A ver ¿Cuántos compradores de palabras tiene?, pocos ¿A que sí? No intente abusar de sus escasos y fieles clientes si no quiere perder negocio. Yo también me dediqué a esto antes: vendía interjecciones, adverbios y las conjugaciones completas de los verbos regulares. Sé bien que hay que mimar a los clientes. Como usted no ignora estamos un poquito locos, o así nos consideran los que no entienden que las palabras son la materia de que esta hecha la vida ¿Qué seria de las cosas más simples si no fuéramos capaces de nombrarlas? Yo soy un economista de los significados, un administrador de la incontinencia verbal. Es más, yo le diría que somos tan imprescindibles como el mismo aire ¿Qué quedaría del lenguaje sin nuestra ímproba labor?¿Quienes serían los guardianes de este tesoro multicultural? Le voy a contar un secreto, mi hermano y yo hemos creado la mejor y más completa logoteca (¿le gusta esta nueva palabra?) que existe y sabe algo más, las palabras tienen vida propia, son como esos juguetes de las películas que cuando cae la noche rebelan su alma. Nosotros hemos visto como ellas solas construyen bellos poemas, cuentos y hasta novelas. Las letras inician su marcha bajo una música que los humanos no podemos percibir, se ordenan, amigo mío, como si se conocieran de toda la vida; sus lazos son de amante, desconocidos y mágicos; se enroscan como serpientes en celo y dibujan filigranas cuyo significado sirve para emparentar el arte con la idolatría. Preservar ese arcano misterio de las miradas de los hombres: he ahí el designio que nos ha sido encomendado. Seria algo más que una descortesía por su parte no facilitarnos el trabajo ¿Cómo me comunicaría con usted si no fuera así? ¿A base de gruñidos?¿Volveríamos a las cavernas? Sea consecuente, olvídese de que es un mercader, mime su territorio si es que una brizna de inteligencia pervive en ese cerebro vicioso, colabore para salvar este patrimonio tan maltratado, hágase uno de los nuestros. Somos depositarios de una ilusión que cabalga a lomos de la historia, véndanos una exclamación alegre o una interrogación sorprendente a un precio justo, y si no quiere, por lo menos quédese mudo y deje que trabajemos nosotros, no se arrepentirá.

[Hallie Hernández Alfaro]

Aunque hoy en día apenas escribo prosa, repasando papeles me encontré con este texto que escribí hace algunos años. Leyéndolo ahora me parece bastante curioso y me he dicho ¿por qué no lo compartes?

EL COMPRADOR DE PALABRAS

¿A cuánto vende las palabras, señor? A mi me interesan los monosílabos. Yo soy así de concreto. Todo lo contrario que mi hermano, a él solo le interesan las esdrújulas. Creo que somos un poco exclusivistas, no nos gusta mezclar agua y aceite. Tampoco somos muy partidarios de las frases largas. Es que dificultan la comunicación y el intercambio de pareceres. Estoy viendo en ese saquito un yo, un si, un no y un ya. ¿Por qué no pone un letrero con los precios, señor? ¿Desconoce la ley? ¿Ignora acaso que está multado no dar publicidad al valor de las cosas? Me parece a mí que usted es un poquito como diría yo…. pillo. Si, eso es, que pretende aprovecharse de los pobres e incautos compradores. Seguro que no desconoce, siendo la que es su profesión, que necesitamos las palabras, que sin ellas nos apagaríamos como un fósforo mojado. Se lo digo porque mi hermano preguntó ayer el precio de los tetrasílabos y vino muy alterado porque usted pedía una cantidad fuera en todo punto de los precios de mercado, y eso no está bien sabe ¿no conoce la ley de la oferta y la demanda? A ver ¿cuántos compradores de palabras tiene?, pocos ¿a qué si? no intente abusar de sus escasos y fieles clientes si no quiere perder negocio. Yo también me dediqué a esto antes: vendía interjecciones, adverbios y las conjugaciones completas de los verbos regulares. Sé bien que hay que mimar a los clientes. Como usted no ignora estamos un poquito locos, o así nos consideran los que no entienden que las palabras son la materia de que esta hecha la vida ¿qué seria de las cosas más simples si no fuéramos capaces de nombrarlas? yo soy un economista de los significados, un administrador de la incontinencia verbal. Es más, yo le diría que somos tan imprescindibles como el mismo aire ¿Qué quedaría del lenguaje sin nuestra ímproba labor?¿Quiénes serían los guardianes de este tesoro multicultural? le voy a contar un secreto, mi hermano y yo hemos creado la mejor y más completa logoteca (¿le gusta esta nueva palabra?) que existe y sabe algo más, las palabras tienen vida propia, son como esos juguetes de las películas que cuando cae la noche rebelan su alma. Nosotros hemos visto como ellas solas construyen bellos poemas, cuentos y hasta novelas. Las letras inician su marcha bajo una música que los humanos no podemos percibir, se ordenan, amigo mío, como si se conocieran de toda la vida; sus lazos son de amante, desconocidos y mágicos; se enroscan como serpientes en celo y dibujan filigranas cuyo significado sirve para emparentar el arte con la idolatría. Preservar ese arcano misterio de las miradas de los hombres: he ahí el designio que nos ha sido encomendado. Seria algo más que una descortesía por su parte no facilitarnos el trabajo, ¿cómo me comunicaría con usted si no fuera así?,¿a base de gruñidos?¿ volveríamos a las cavernas? sea consecuente, olvídese de que es un mercader, mime su territorio si es que una brizna de inteligencia pervive en ese cerebro vicioso, colabore para salvar este patrimonio tan maltratado, hágase uno de los nuestros. Somos depositarios de una ilusión que cabalga a lomos de la historia, véndanos una exclamación alegre o una interrogación sorprendente a un precio justo, y si no quiere, por lo menos quédese mudo y deje que trabajemos nosotros, no se arrepentirá.

Oh, Ramón, has traído un texto maravilloso. Dios mío ¿cómo encontrar las palabras justas para comentar tal grandeza? Las pagaría muy caras, que lo sepas.
Te mueves con una soltura asombrosa, con tu genio creativo descollante, con esa pertinencia que hace de tu verbo Otro Gran Mundo.

Pero además El comprador de palabras me toca muy hondo. Ocurre que vivo hace mucho en un país que no sueña, ni rie, ni ama en nuestro entrañable idioma; ni tampoco en galego, ni catalá, ni asturiano, ni euskera..., y me ha costado infinitas lágrimas caminar sus calles sin el léxico del biberón. Sin él, soy un libro traducido, un párrafo que no se acerca a la esencia de mis genes.
Entonces sueño día y noche que escucho mis verbos, mis acentos; todos himnos sin los que no puedo respirar.
Gracias, muchas gracias por este regalo que haces a la humanidad y que tenemos el honor de alojar en Prosa.

Un beso grande, compañero.

[Carmen López]

Ay Ramón!!!, me temo que te las vamos a comprar todas.
Menudo relato, compañero. Si con los versos haces maravillas, aquí tu imaginación, no sólo el uso de la palabra, si no el planteamiento original, la creatividad se ve a años vista.
Yo te pediría, que si te encuentras estas cosas tan hermosas, te animes a subirlas. Gracias por subir ésta.

Unha aperta.

Carmen

[Alfonso Alfaro]

Interesante relato que he disfrutado con sumo agrado. Te felicito, Ramón.
Fuerte abrazo.

[Óscar Distéfano]

Me siento encantado con tu relato, amigo Ramón. Su mensaje brilla con la pulcritud del manejo del lenguaje. Mis felicitaciones.

Un abrazo.
Óscar

[Ramón Carballal]

Aunque hoy en día apenas escribo prosa, repasando papeles me encontré con este texto que escribí hace algunos años. Leyéndolo ahora me parece bastante curioso y me he dicho ¿por qué no lo compartes?

EL COMPRADOR DE PALABRAS

¿A cuánto vende las palabras, señor? A mi me interesan los monosílabos. Yo soy así de concreto. Todo lo contrario que mi hermano, a él solo le interesan las esdrújulas. Creo que somos un poco exclusivistas, no nos gusta mezclar agua y aceite. Tampoco somos muy partidarios de las frases largas. Es que dificultan la comunicación y el intercambio de pareceres. Estoy viendo en ese saquito un yo, un si, un no y un ya. ¿Por qué no pone un letrero con los precios, señor? ¿Desconoce la ley? ¿Ignora acaso que está multado no dar publicidad al valor de las cosas? Me parece a mí que usted es un poquito como diría yo…. pillo. Si, eso es, que pretende aprovecharse de los pobres e incautos compradores. Seguro que no desconoce, siendo la que es su profesión, que necesitamos las palabras, que sin ellas nos apagaríamos como un fósforo mojado. Se lo digo porque mi hermano preguntó ayer el precio de los tetrasílabos y vino muy alterado porque usted pedía una cantidad fuera en todo punto de los precios de mercado, y eso no está bien sabe ¿no conoce la ley de la oferta y la demanda? A ver ¿cuántos compradores de palabras tiene?, pocos ¿a qué si? no intente abusar de sus escasos y fieles clientes si no quiere perder negocio. Yo también me dediqué a esto antes: vendía interjecciones, adverbios y las conjugaciones completas de los verbos regulares. Sé bien que hay que mimar a los clientes. Como usted no ignora estamos un poquito locos, o así nos consideran los que no entienden que las palabras son la materia de que esta hecha la vida ¿qué seria de las cosas más simples si no fuéramos capaces de nombrarlas? yo soy un economista de los significados, un administrador de la incontinencia verbal. Es más, yo le diría que somos tan imprescindibles como el mismo aire ¿Qué quedaría del lenguaje sin nuestra ímproba labor?¿Quiénes serían los guardianes de este tesoro multicultural? le voy a contar un secreto, mi hermano y yo hemos creado la mejor y más completa logoteca (¿le gusta esta nueva palabra?) que existe y sabe algo más, las palabras tienen vida propia, son como esos juguetes de las películas que cuando cae la noche rebelan su alma. Nosotros hemos visto como ellas solas construyen bellos poemas, cuentos y hasta novelas. Las letras inician su marcha bajo una música que los humanos no podemos percibir, se ordenan, amigo mío, como si se conocieran de toda la vida; sus lazos son de amante, desconocidos y mágicos; se enroscan como serpientes en celo y dibujan filigranas cuyo significado sirve para emparentar el arte con la idolatría. Preservar ese arcano misterio de las miradas de los hombres: he ahí el designio que nos ha sido encomendado. Seria algo más que una descortesía por su parte no facilitarnos el trabajo, ¿cómo me comunicaría con usted si no fuera así?,¿a base de gruñidos?¿ volveríamos a las cavernas? sea consecuente, olvídese de que es un mercader, mime su territorio si es que una brizna de inteligencia pervive en ese cerebro vicioso, colabore para salvar este patrimonio tan maltratado, hágase uno de los nuestros. Somos depositarios de una ilusión que cabalga a lomos de la historia, véndanos una exclamación alegre o una interrogación sorprendente a un precio justo, y si no quiere, por lo menos quédese mudo y deje que trabajemos nosotros, no se arrepentirá.

Oh, Ramón, has traído un texto maravilloso. Dios mío ¿cómo encontrar las palabras justas para comentar tal grandeza? Las pagaría muy caras, que lo sepas.
Te mueves con una soltura asombrosa, con tu genio creativo descollante, con esa pertinencia que hace de tu verbo Otro Gran Mundo.

Pero además El comprador de palabras me toca muy hondo. Ocurre que vivo hace mucho en un país que no sueña, ni rie, ni ama en nuestro entrañable idioma; ni tampoco en galego, ni catalá, ni asturiano, ni euskera..., y me ha costado infinitas lágrimas caminar sus calles sin el léxico del biberón. Sin él, soy un libro traducido, un párrafo que no se acerca a la esencia de mis genes.
Entonces sueño día y noche que escucho mis verbos, mis acentos; todos himnos sin los que no puedo respirar.
Gracias, muchas gracias por este regalo que haces a la humanidad y que tenemos el honor de alojar en Prosa.

Un beso grande, compañero.

Hallie, eres una persona muy generosa. Al no conocerte mas que en el espacio virtual solo puedo valorarte como poeta y compañera de foro. Mi opinión es inmejorable en ambos sentidos, tienes un talento inmenso y una generosidad de tal calibre que motiva a seguir, incluso a un escritor mediocre como yo. Si este texto te ha llegado, para mi es el mejor de los elogios. Un abrazo grande.

[Ramón Carballal]

Ay Ramón!!!, me temo que te las vamos a comprar todas.
Menudo relato, compañero. Si con los versos haces maravillas, aquí tu imaginación, no sólo el uso de la palabra, si no el planteamiento original, la creatividad se ve a años vista.
Yo te pediría, que si te encuentras estas cosas tan hermosas, te animes a subirlas. Gracias por subir ésta.

Unha aperta.

Carmen

Gracias, Carmen, por esa amablidad que no merezco. Hay algún relato más que quizá me anime a publicar en el foro. Besos.

[Ramón Carballal]

Interesante relato que he disfrutado con sumo agrado. Te felicito, Ramón.
Fuerte abrazo.

Gracias, Alfonso, por leer este relato y dejarme tu comentario. Un abrazo.

[Hallie Hernández Alfaro]

Sube para deleite de todos.

Abrazos, Ramón.

[Liz Barrio.]

Aunque hoy en día apenas escribo prosa, repasando papeles me encontré con este texto que escribí hace algunos años. Leyéndolo ahora me parece bastante curioso y me he dicho ¿por qué no lo compartes?

EL COMPRADOR DE PALABRAS¿A cuánto vende las palabras, señor? A mi me interesan los monosílabos. Yo soy así de concreto. Todo lo contrario que mi hermano, a él solo le interesan las esdrújulas. Creo que somos un poco exclusivistas, no nos gusta mezclar agua y aceite. Tampoco somos muy partidarios de las frases largas. Es que dificultan la comunicación y el intercambio de pareceres. Estoy viendo en ese saquito un yo, un si, un no y un ya. ¿Por qué no pone un letrero con los precios, señor? ¿Desconoce la ley? ¿Ignora acaso que esta multado no dar publicidad al valor de las cosas? Me parece a mí que usted es un poquito como diría yo…. pillo. Si, eso es, que pretende aprovecharse de los pobres e incautos compradores. Seguro que no desconoce, siendo la que es su profesión, que necesitamos las palabras, que sin ellas nos apagaríamos como un fósforo mojado. Se lo digo porque mi hermano preguntó ayer el precio de los tetrasílabos y vino muy alterado porque usted pedía una cantidad fuera en todo punto de los precios de mercado, y eso no está bien sabe ¿ no conoce la ley de la oferta y la demanda? A ver ¿cuántos compradores de palabras tiene?, pocos ¿a qué si?no intente abusar de sus escasos y fieles clientes si no quiere perder negocio. Yo también me dediqué a esto antes: vendía interjecciones, adverbios y las conjugaciones completas de los verbos regulares. Sé bien que hay que mimar a los clientes. Como usted no ignora estamos un poquito locos, o así nos consideran los que no entienden que las palabras son la materia de que esta hecha la vida ¿qué seria de las cosas más simples si no fuéramos capaces de nombrarlas? yo soy un economista de los significados, un administrador de la incontinencia verbal. Es más, yo le diría que somos tan imprescindibles como el mismo aire ¿Qué quedaría del lenguaje sin nuestra ímproba labor?¿Quienes serían los guardianes de este tesoro multicultural? le voy a contar un secreto, mi hermano y yo hemos creado la mejor y más completa logoteca(¿le gusta esta nueva palabra?) que existe y sabe algo más, las palabras tienen vida propia, son como esos juguetes de las películas que cuando cae la noche rebelan su alma. Nosotros hemos visto como ellas solas construyen bellos poemas, cuentos y hasta novelas. Las letras inician su marcha bajo una música que los humanos no podemos percibir, se ordenan, amigo mío, como si se conocieran de toda la vida; sus lazos son de amante, desconocidos y mágicos; se enroscan como serpientes en celo y dibujan filigranas cuyo significado sirve para emparentar el arte con la idolatría. Preservar ese arcano misterio de las miradas de los hombres: he ahí el designio que nos ha sido encomendado. Seria algo más que una descortesía por su parte no facilitarnos el trabajo, ¿cómo me comunicaría con usted si no fuera así?,¿a base de gruñidos?¿ volveríamos a las cavernas? sea consecuente, olvídese de que es un mercader, mime su territorio si es que una brizna de inteligencia pervive en ese cerebro vicioso, colabore para salvar este patrimonio tan maltratado, hágase uno de los nuestros. Somos depositarios de una ilusión que cabalga a lomos de la historia, véndanos una exclamación alegre o una interrogación sorprendente a un precio justo, y si no quiere, por lo menos quédese mudo y deje que trabajemos nosotros, no se arrepentirá.

Un relato espléndido. Un concierto brillando con luz propia.
Abrazos y un beso Ramón

[Fran Ríos.]

Ha sido muy buena idea lo de compartirlo, Carballal. Las primeras frases ya son cautivadoras. Es fantásitco ese bloque de texto sin apartes. Y no cansa. Se lee de un tirón y con agrado. Un saludo.

[Ramón Carballal]

Muchas gracias, Óscar, Liz y Fran, por acercaros a este relato y comentarlo. Un abrazo.

[Hallie Hernández Alfaro]

Sube para deleite de todos.

[Ramón Carballal]

Sube para deleite de todos.

Gracias, Hallie, por haberlo subido en su momento. Un abrazo.

[Ventura Morón]

Desde la idea, a la forma de concebirla Ramón, es un placer atravesar este texto. Mucha sensibilidad y creatividad, al servicio de tu buen hacer.
Me ha encantado venir, abrazo amigo