Julio Bonal escribió:Que buen poema, pero que buen poema: lexicalmente inteligente, sonoramente hermoso, de enorme cuidado en su versificación (los cortes son ajustadísimos), lleno de contrastes versal-lingüísticos que lo dotan de un desarrollo de potencia creciente :
obelisco nevado / suelo blando de mariposas / adviene el sol
como coger el Matterhorn y llevarlo a un paisaje meditrerráneo: en su imposibilidad todo deviene posible, incluso esa humedad memorable.
No acabo de ver el uso de fontanela (un poco heterogéneo con el resto del léxico, un poco "arcaico"?) en este poema, pero en cualquier caso no tiene ninguna importancia porque el resultado és magnífico. Hay poesía aquí, mucha, de la de verdad.
Una abraçada.
Nunca sé cómo agradecerte tu profunda generosidad con mis cosas, Julio. Tus reflejos me son más que valiosos, además de franca fuente de estímulo para este asunto de los conatos poéticos. Me señalas con acierto (y vaya si me alegra que lo hagas) la condición arcaica del vocablo fontanela. Me referí especifícamente a la primera acepción de la DRAE, a saber:
fontanela (de fontana)
1f Cada uno de los espacios membranosos que hay en el cráneo, antes de su osificación completa.
La fontanela en los neonatos (guerrero ya nacido) es un espacio blando, donde todo puede acaecer, donde se determinan y se unifican estructuras para el resto de la vida. Allí, desde ese lugar tan deshabitado se puede soñar el amor final. Asirlo a la fontanela del guerrero ya nacido; que el beso sea ya un rictus de membrana, haber ímplicito en la fenomenología de la existencia, primitivo, que la eternidad en su líquido, en su faz, sean incondicionalmente orgánicos.
Atesoro tu bien intencionada observación, amic meu. Intentaré sustituir la palabra, a ver si lo logro (guiño).
Una abraçada.