ESCRIBIR MUCHO SIN DECIR NADA.

[Nimaos Llombart]

«la naturaleza aborrece el vacío»
Aristóteles.

No vamos a referirnos a la “nada”.
Sino, saltar de sábado para domingo y viceversa,
como se anuncia la apariencia con un día.
Este que apunta el ojo por una hendija,
puede ver sin ver el hoyo que nos vigila.
Un “nada” que no es posible negar si se contradice.
Nada más ni nada menos que por llevarla como costumbre,
por fecha de calendario, de nacimiento.
Si la nada no fuera un nido, no fuera un nudo,
Igual que todo lo que parte del valor del cero:
“Y la tierra estaba desordenada y vacía,
y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo…”
Si la nada que por dentro lleva la luz,
el átomo, electricidad.
La burbuja que se infla con lo imposible.
¿Cómo se pudiera aceptar que el verbo lo diga todo,
que abarque todo lo que lleva el mundo?
Y otros se empeñen en litigar, con la materia en reposo,
que se pueda escribir lo mucho sin decir,
absolutamente… nada.
He pensado en mi poema si por fin existe.
Lo mismo que la rutina que se cambia por el cerebro.

2/24/14

O. Llombart.

[Manuel Alonso]

Hola amigo, es un poema magnífico, extraordinario, me ha gustado mucho, gracias, es un placer, un abrazo.

[Nimaos Llombart]

Hola amigo, es un poema magnífico, extraordinario, me ha gustado mucho, gracias, es un placer, un abrazo.

Gracias por la generosidad de tu hermoso apoyo, amigo Manuel. Te agradezco también el valor de tu maravilloso tiempo. Recibe un fuerte abrazo, poeta.


O. Llombart.