De como murió Lázaro.

[Carlos Aristy]

De como murió Lázaro.


Llegó la hora donde las misericordias brindan sus acordes de campanas.
El momento de la audacia de mis ojos al depositarse en tus piernas,
la incertidumbre del tango que resbala por mis brazos lascivos
y las auspiciosas caderas de un merengue que se deliza sobre el mármol.

Yo sueño, imagino agudamente, la osadía de mi corazón de poeta.
El lenguaje brusco de la mirada que desnuda como sacarle punta a un lápiz.
Algo mundanal, directo y menos insinuante como comerse un helado,
saboreando cada fruta con el fuego de mi lengua y la avaricia de mi boca.

Llegó la hora de marcar las cosas y llamarlas por su nombre.
El momento del ocaso y del olvido donde el pan es pan y el vino vino.
Donde la poesía sube por la garganta extenuada de los besos mal entendidos
y la gente se dicen lo que en verdad piensan...

A Lázaro lo encontraron con sus manos cerradas sobre su músculo.
Agarrándolo como un básculo para sostenerse y aguantar el desprecio
de las niñas diletantes que él bañaba en vino después de tres días de muerto...
Lo encontraron con sus ojos abiertos, con pupilas de sueños y un olor de albahaca.

Yo sé lo que le pasó a Lázaro, magno hombre que tiene su historia.
La misma historia de muchos otros, cuando sus ojos socavan la hembra,
ambición del alma de ternero que todos llevamos dentro como un gusano
que corroe nuestras entrañas y sonríe cuando estamos al socaire del amor.

Lázaro murió con sus manos solfeando la inquietud de su corazón...

[Ramón Carballal]

Me alegra leerte de nuevo en este poema tan personal y logrado. Saludos cordiales.

[Hallie Hernández Alfaro]

Qué hermoso poema, Carlos. Para releer y guardar.
El verso final es inmenso.

Saludos cordiales y felicidad.

[Pilar Morte]

Me alegra volver a leerte. Siempre profundizas sobre la vida que te rodea. Un placer seguir tu palabra
besos
Pilar

[Julio Gonzalez Alonso]

De como murió Lázaro.


Llegó la hora donde las misericordias brindan sus acordes de campanas.
El momento de la audacia de mis ojos al depositarse en tus piernas,
la incertidumbre del tango que resbala por mis brazos lascivos
y las auspiciosas caderas de un merengue que se deliza sobre el mármol.

Yo sueño, imagino agudamente, la osadía de mi corazón de poeta.
El lenguaje brusco de la mirada que desnuda como sacarle punta a un lápiz.
Algo mundanal, directo y menos insinuante como comerse un helado,
saboreando cada fruta con el fuego de mi lengua y la avaricia de mi boca.

Llegó la hora de marcar las cosas y llamarlas por su nombre.
El momento del ocaso y del olvido donde el pan es pan y el vino vino.
Donde la poesía sube por la garganta extenuada de los besos mal entendidos
y la gente se dicen lo que en verdad piensan...

A Lázaro lo encontraron con sus manos cerradas sobre su músculo.
Agarrándolo como un básculo para sostenerse y aguantar el desprecio
de las niñas diletantes que él bañaba en vino después de tres días de muerto...
Lo encontraron con sus ojos abiertos, con pupilas de sueños y un olor de albahaca.

Yo sé lo que le pasó a Lázaro, magno hombre que tiene su historia.
La misma historia de muchos otros, cuando sus ojos socavan la hembra,
ambición del alma de ternero que todos llevamos dentro como un gusano
que corroe nuestras entrañas y sonríe cuando estamos al socaire del amor.

Lázaro murió con sus manos solfeando la inquietud de su corazón...

Creo que es la tercera ocasión que tengo de comentarte y me voy con la misma grata sensación de las anteriores. Enhorabuena, Carlos.
Salud.

[E. R. Aristy]

Lazaro de carne y huesos. Me mié de la risa con tu perspectiva ante la sarna, las lágrimas de Jesús por aquél afligido hombre. Traes humor, talento, reflexión. Me alegra tu regreso a Alaire. Abrazos, ERA

[Roberto López]

[quote="Carlos Aristy"]

Segunda lectura de un poema tuyo y segunda grata sorpresa.
Saludos.

[jorge muñoz]

Carlos. Me agradó la agudeza con que está escrito el poema, tu interpretación tan personal, tan sui géneris. Creo Carlos, pequeñas faltas u omisiones, por ejemplo en verso 4 estrofa primera "desliza" y en el verso 4 estrofa 3 le falta una "a" ... y a la gente. Saludos.

[Carlos Aristy]

Me alegra leerte de nuevo en este poema tan personal y logrado. Saludos cordiales.

Muchas gracias Ramón por la lectura. Saludos.

[Carlos Aristy]

Qué hermoso poema, Carlos. Para releer y guardar.
El verso final es inmenso.

Saludos cordiales y felicidad.

Gracias Hallie, me alegra te guste. Saludos y abrazos.