Rafael Valdemar escribió:"La esperanza es esa puta que va vestida de verde"
(Makinavaja)
Tan verde como el aborto de una primavera en cinta,
así todo regresa a mí después que el unicornio del pasado
se desliza sangre abajo y contra el umbral del tiempo se rompe
la efigie del futuro que en esquirlas incisivas se transmuta.
Y aúllan los príncipes de la mugre por las habitaciones de la vida,
donde el musgo y la nieve cubren la piel de la nostalgia
y una jauría de anti hombres violan el sexo de la tierra,
mientras, cabalgan sobre los muslos de la noche, promesas que envejecen
como un pulso lascivo en la carne dormida de las vírgenes.
Todo se insinúa sobre frías páginas de alcohol,
palabras lanceoladas que mi soledad escribe cuando cita a los borrachos
para que acudan a beber en sus heridas y al compás
de una mazurca lenta se multiplican y brindan decididos
a naufragar en la resaca que deja el aguardiente del fracaso.
No habrá clemencia, los verdugos del asfalto vendrán
a recoger, sobre las aceras del amanecer, podridos sus cadáveres.
Escuchadme ahora que pronuncio una concupiscente letanía
porque mi voz ramera se desnuda y con urgencia levanta
un encelado oleaje en mi deseo, no acalléis su ímpetu,
no borréis sus cicatrices, son mi identidad de barro y abstinencia.
La travesía de un silencio oscuro se aferra a mi Bitácora
y las sombras de un recuerdo relinchan como indómitos caballos.
La memoria sólo es una llaga de sal abierta sobre el mar,
donde su vientre de espuma engendra criaturas infectas de codicia
que hablan un lenguaje de suicidas y cantan un adagio mudo
al ritmo que la muerte va dictando sobre pentagramas de olvido.
Es una visión patética, doliente. El patetismo brota a causa de la profanación, y en efecto se sigue profanando la vida. Te felicito por un lenguaje escogido, un trabajo pulcro y dedicado. Un gran poema, Rafael. Abrazos, ERA